Eduardo Camacho Espitia, beneficiario del programa Comedores Comunitarios de la Alcaldía de Cali, recibe a diario su ración de alimentos en el comedor ‘Apasionados por las Almas’. Con una sonrisa que refleja esperanza, Eduardo expresa su gratitud: “Soy feliz al ser beneficiario de los comedores comunitarios, porque antes de conocer este espacio, padecía mucha hambre. Para mí, es una gran bendición, es sentir el apoyo de una verdadera alcaldía que piensa y se preocupa por nosotros, los desamparados sociales”. Más de 74.000 personas como él se benefician de la apuesta de Seguridad Alimentaria del alcalde Alejandro Eder.
Los comedores comunitarios no solo abordan el hambre, sino que transforman la vida de miles de personas, reconstruyendo el tejido social de la ciudad. Para muchos, estos espacios son una segunda oportunidad donde encuentran el apoyo necesario para alimentarse y enfrentar los desafíos emocionales y sociales cotidianos.
La administración, en colaboración con la Arquidiócesis de Cali, opera hasta ahora 762 comedores comunitarios en 718 ubicaciones urbanas y 44 en áreas rurales. Además de combatir el hambre, el programa busca mejorar las condiciones de vida de los caleños en situación de vulnerabilidad.
La labor de estos comedores va más allá de proporcionar alimentos. Ana del Carmen Blandón, gestora principal del comedor La Milagrosa Calidosa, comparte: “Cuando entregó una ración de comida, mi alma y mi corazón se engrandecen. Cada plato que sirvo es un acto de amor y esperanza; servir a los más necesitados no solo me llena de satisfacción, sino que también me recuerda la importancia de la solidaridad en nuestra comunidad”.
Los 2.415 voluntarios son el pilar de los comedores. Para fortalecer su labor, se ha diseñado una estrategia de intervención con cuatro componentes esenciales: Acompañamientos Formativos Espirituales, Encuentros Vivenciales, la Escuela Tejiendo Sueños y ferias de servicios comunitarios. Estas acciones han beneficiado a 18.187 personas, incluidas 4.472 que recibieron atención psicológica directa.
Claudia Vargas, líder del componente sicológico, explica que se implementa la estrategia ‘Escucharte’ para promover hábitos de vida saludables y brindar orientación emocional. Rocío Vargas Garza, beneficiaria de una jornada Escucharte, destaca: “Nunca había tenido la fortuna de contar con ayuda sicológica. Esta es una gran oportunidad para resolver problemas”.
A lo largo del año, se han realizado 29 ferias de servicios, donde más de 1.580 personas accedieron a recursos vitales ofrecidos por la Alcaldía y otras instituciones, reflejando el compromiso de la Administración Distrital con el bienestar integral de los caleños.
En conjunto, la Alcaldía de Cali y la Arquidiócesis, a través de los comedores comunitarios, están transformando vidas y fortaleciendo el tejido social de la ciudad. Al garantizar una alimentación diaria y empoderar a quienes lideran esta iniciativa, el programa se convierte en un verdadero lazo de unión, promoviendo mejoras en las condiciones de vida físicas, mentales y emocionales de las poblaciones más vulnerables.