El Peligro De Convocar Al Diablo
Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal
No se cuantas veces le hemos oído decir a los gobernantes y a su fuerza pública que han retomado el corregimiento de El Plateado en el municipio de Argelia ,Cauca. La semana pasada la retoma de este foco mayúsculo de la economía de los traquetos se hizo con la presencia de media docena de ministros, encabezados por el muy distinguible, por lo ancho y categórico ministro Lizcano, el de las TIC, candidato in pectore de los petristas adjuntos y de los contratistas colaboracionistas con el régimen.
Como dentro del equilibrio que se guarda por arte de magia en esta guerra múltiple de los traquetos, es sabido que El Plateado estaba administrado por dos de los grupos que acaudilla el comandante Mordisco, y que su poderío llega hasta las goteras de Cali, la reacción de su parte no se hizo esperar.
Con una solo frase desmoronó la promesa pública que había hecho de que no atacaría a Cali durante los días de la realización del evento mundial. Por supuesto, los gobernantes nacionales, departamentales y municipales dijeron que no le tienen miedo y que la seguridad está controlada.
La gobernadora, más previsiva, compró dos o tres baterías anti drones y Petro por tuiter despreció el mando que “Iván” (es decir Mordisco) podría ejercer sobre los traquetos del Cauca. Pero como desde Argelia hasta Jamundí los caucanos saben que a los de la Ramos y el frente Patiño los orienta Mordisco, queda la duda de si con todo ese aparataje la amenaza de él y sus ejércitos de traquetos se vuelva realidad.
Lo que sí nos deben aclarar a los colombianos es por qué el gobierno Petro seleccionó estas fechas para realizar el operativo contra El Plateado y no midió las consecuencias de lo que puede pasarle a Cali durante la COP16.
Provocar el diablo, decía mi abuela agorera, es llamar la candela. Y quemar con las llamas del infierno la vigencia de la tal Paz Total que construye el gobernante o poner en el asador la COP 16, no le sirve ni al futuro de Petro ni al de los colombianos