Los gobiernos de Colombia, Ecuador, Panamá y Costa Rica han establecido un fondo multidonante con el objetivo de financiar proyectos de conservación y restauración de la biodiversidad y los ecosistemas, así como iniciativas para mitigar y adaptarse al cambio climático y promover el desarrollo sostenible en el Chocó biogeográfico y ecorregiones conexas.
Este esfuerzo busca también fortalecer la permanencia de las comunidades en sus territorios y cerrar brechas de inequidad y desigualdad.
La vicepresidenta y ministra de Igualdad y Equidad de Colombia, Francia Márquez, destacó que el fondo se centrará en mejorar las condiciones de vida de las poblaciones más vulnerables, que a menudo carecen de necesidades básicas satisfechas. Por su parte, el canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, enfatizó la importancia de apoyar a los pueblos que habitan la región, reconociendo su papel crucial en la conservación cultural y ecológica.
Con una meta de gestionar aproximadamente 100 millones de dólares hasta 2030, el fondo busca contribuir a los objetivos del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal y del Convenio sobre Diversidad Biológica (CBD) para el año 2050. El Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) respaldará esta iniciativa y ya ha destinado recursos para su estructuración técnica.
Sergio Diaz-Granados, presidente de la CAF, expresó su satisfacción por apoyar esta iniciativa histórica, que se alinea con la misión de promover el desarrollo sostenible y la integración regional. La vicepresidenta Márquez también subrayó la importancia de la participación comunitaria en la gobernanza del fondo, asegurando que no puede ser únicamente controlada por los Estados.
El encuentro, que tuvo lugar en el marco de la COP16, también contó con la participación de representantes de Costa Rica y Panamá, quienes coincidieron en que los esfuerzos colectivos son esenciales para avanzar hacia la conservación y el desarrollo sostenible en la región.
El Chocó biogeográfico, una de las áreas más biodiversas y vulnerables del mundo, enfrenta serias amenazas como la deforestación, la minería ilegal y el tráfico de especies. Por lo tanto, la creación de este fondo es crucial para implementar acciones urgentes que protejan este patrimonio natural y cultural, beneficiando a las comunidades locales y contribuyendo al equilibrio ecológico global. Las comunidades organizadas, incluidos pueblos afrodescendientes e indígenas, son fundamentales en este proceso, gracias a su profundo conocimiento del entorno y su historia de resistencia y adaptación.