Santiago de Cali, reconocida como la ‘Capital Pacífica de Colombia’, ha alcanzado un puntaje preliminar de 83 sobre 108 en el Índice de Biodiversidad Urbana (IBU), una herramienta del Convenio sobre la Diversidad Biológica que evalúa el desempeño de las ciudades en la conservación y gestión de su biodiversidad. Este índice considera tres componentes principales: biodiversidad nativa, servicios ecosistémicos y gobernanza.

Biodiversidad nativa: una fortaleza de Cali, que se destaca por su rica biodiversidad, con un 25% de su área urbana y periurbana cubierta por zonas naturales. La ciudad alberga más de 600 especies de aves, posicionándose como un referente de diversidad ornitológica. Esta conectividad ecológica es clave para mantener ecosistemas resilientes y funcionales. Según Lorena Ramírez Restrepo, bióloga del DAGMA, estos resultados reflejan la riqueza natural de la ciudad y la necesidad de fortalecer los procesos de gobernanza para su conservación.

Servicios ecosistémicos: bienestar y recreación, Cali obtuvo altos puntajes en servicios relacionados con la salud, el bienestar y la recreación. Con cerca de tres hectáreas de áreas verdes por cada mil habitantes, la ciudad fomenta el bienestar físico y emocional de sus residentes. Espacios como el río Pance y el Cerro de la Bandera permiten el contacto con la naturaleza y contribuyen a la calidad de vida de los caleños. Mónica Londoño, coordinadora del grupo de Conservación de Ecosistemas, destacó la importancia del índice como una herramienta para decisiones basadas en conocimiento.

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Impulso al desarrollo sostenible: Los resultados del IBU ofrecen a Cali un marco para establecer metas claras y monitorear su progreso en biodiversidad y sostenibilidad. Esta evaluación también respalda la formulación de políticas públicas alineadas con agendas globales sobre cambio climático y desarrollo urbano resiliente.

El Índice de Biodiversidad Urbana no solo refuerza la importancia de los ecosistemas locales, sino que sitúa a Cali como un ejemplo de ciudad que integra la biodiversidad en su planificación urbana. Estos avances evidencian un compromiso con el equilibrio entre desarrollo y sostenibilidad, beneficiando tanto a sus habitantes como a su entorno natural.