El presidente Gustavo Petro anunció que el Gobierno Nacional está dispuesto a asumir el déficit de 180 millones de dólares que enfrenta la Federación Nacional de Cafeteros, pero condicionado a establecer un nuevo pacto que incluya estrategias de industrialización y regionalización del café.
El mandatario realizó esta declaración durante la presentación de la hoja de ruta para el nuevo Aeropuerto Internacional del Café, en Palestina, Caldas, y aprovechó para analizar la situación económica del sector cafetero.
El aumento del 35 % en los precios del café este año ha sido una buena noticia para las 500.000 familias cafeteras del país, que se han beneficiado del crecimiento económico del sector agrícola, estimado entre el 10 % y el 11 % anual. Sin embargo, Petro calificó como un «ingrediente negativo» la estrategia de contratos a futuro adoptada por la Federación Nacional de Cafeteros en los últimos años.
Según el presidente, esta modalidad de contrato permitió pactar precios bajos para las cooperativas cafeteras, mientras los precios internacionales alcanzaron niveles históricamente altos. Esto ha generado un desbalance financiero en el Fondo Nacional del Café, administrado por la Federación, que ahora debe cubrir la diferencia entre los precios acordados y los precios actuales del mercado.
“El Fondo Nacional del Café, que es propiedad pública, se desfinanció en un solo año por 180 millones de dólares debido a estas decisiones especulativas. Este es un problema que alguien debe asumir”, aseguró Petro, refiriéndose a la deuda que ahora recae sobre la Nación.
Petro dejó claro que el Gobierno no se apartará del sector cafetero, pero enfatizó que cualquier apoyo financiero estará condicionado a cambios estructurales. “Podría ser el Gobierno quien asuma la deuda, pero bajo un nuevo pacto cafetero que priorice la industrialización y regionalización del café en su lugar de origen”, dijo el presidente.
También destacó el potencial de industrializar el café en Colombia como una oportunidad para agregar valor y aumentar los ingresos de los caficultores. “Las embajadas ya están al servicio de los exportadores que industrializan su café”, agregó.
El café continúa siendo un pilar de la economía colombiana, y aunque los precios actuales representan un alivio para los productores, el déficit financiero del Fondo Nacional del Café pone en evidencia la necesidad de revisar las políticas y estrategias de comercialización del grano.
El Gobierno, por su parte, parece dispuesto a tomar medidas que no solo estabilicen la situación actual, sino que también transformen el modelo económico del sector, apostando por la diversificación y el fortalecimiento de la cadena de valor del café colombiano.