Hasta qué punto es bien vista la doble moral
Por: Charlie Rivera
El lunes veintiuno de abril falleció Jorge Mario Bergoglio, mejor conocido por todo el mundo y por la historia como el Papa Francisco, toma su nombre por el diácono Francisco de Asís, el santo de los humildes, y para ser honesto, me sorprendió al saber que en su herencia solo tenía 100 dólares, sí, 100 dólares un jefe de estado, el jefe de una de las religiones más influyentes del mundo, tan influyente que mucha gente cuando se sale de ella y pone su propia iglesia, adopta las costumbres y ritos de la iglesia que juraron abandonar en cuerpo, pero no en espíritu y alma, que ironía.
El Conflicto
Tengo que confesar que tengo un problema, y no es con las personas que abandonan la iglesia y montan la suya, sociológicamente se a comprobado que realmente estas personas si aportan a la comunidad, ayudan a muchas personas a alejarse de malos caminos y les enseñan valores como la importancia del servicio, la educación y ayudar sin recibir nada a cambio (Qué en mi opinión es un valor que está tergiversando, porque esto no es excusa para trabajar gratis y no pagarle a la gente lo que se merece), pero también se utiliza para lavar dinero, evadir impuestos y estafar personas que lo único que quieren es tener una comunidad que los acerque a Dios, como toda moneda siempre habrá dos caras, porque esta es nuestra naturaleza humana.
Por otro lado y centrándonos en el Papa Francisco, mi conflicto es con las personajes públicos que en vida, lo criticaron y lo tacharon de doble moral, encubridor de pecados y hasta corrupto, no doy nombres porque la lista es muy grande y no vale la pena denunciarlos, porque como dice mi madre, Dios es el único que juzga, y a pesar de que lo atacaron estando en vida, hoy que ya partió de este mundo tanto sus compatriotas que le dieron la espalda y lo atacaron sin piedad, como foráneos a su ciudadanía argentina lo están recordando con amor y con respeto, de solo escribir esto me da un poco de risa la doble moral que manejan y peor aún, que muchos personas deciden aplaudirles, unos por ignorancia, a pesar de conocer su pasado, y otros por ingenuidad y desconocimiento (Esto si que duele), en este punto es cuando me doy cuenta que la doble moral es bien vista, solo que nadie lo admite, ¿Quién en su sano juicio admitiría sus pecados en público y más en la era del internet? ¿Quién? Nadie tiene y tendrá el valor de hacerlo, porque sabrán que, así como juzgaron, así serán juzgados y condenados en público.
La Solución
No existe una solución para este problema, pero si puedo concluir con algo, es con un viejo proverbio que dice: “La verdad saldrá, tarde o temprano”.
Y cómo periodista este es el mantra que nos repiten a diario en la academia, como en el área laboral, lo mejor que podemos hacer es esperar y seguir con nuestras vidas recordando con amor y un poco de nostalgia al Papa Francisco, porque la verdad el fue un verdadero ejemplo de humildad, porque al haber tenido el mundo en sus pies, decidió poner su corona en los pies de Jesús y predicar su palabra.