Vivir en la calle es una realidad hostil, donde la indiferencia del entorno y el estigma social pesan más que cualquier buena intención. Ante este panorama desolador, la Alcaldía de Cali, bajo el liderazgo de Alejandro Eder y a través de la Secretaría de Bienestar Social Distrital, ha establecido una alianza sólida con la Fundación Samaritanos de la Calle para operar el programa ‘Habitante de Calle’.
Este programa integral se articula en tres fases cruciales: básica, media y alta. En cada una de estas etapas, se ofrecen diversos servicios adaptados a las necesidades específicas de las personas en situación de calle, permitiéndoles acceder a la ayuda sin que su proceso se vea condicionado por factores externos a sus propias decisiones.
Gracias a la implementación de herramientas psicosociales enfocadas en la reconstrucción de proyectos de vida, entre agosto de 2024 y febrero de 2025, 120 personas lograron trascender su condición de habitantes de calle en el marco de este programa.
En un esfuerzo conjunto por ‘recuperar a Cali’, se han llevado a cabo más de 300 jornadas de atención, con más de 22.000 intervenciones que brindan acompañamiento psicosocial y fortalecen las capacidades de esta población para el restablecimiento de sus derechos fundamentales.
El secretario de Bienestar Social, Flavio Carabalí, informó que en el plan operativo anual de inversiones inicial se asignaron $7.300 millones para el programa ‘Habitante de Calle’. No obstante, se esperan recursos adicionales para continuar atendiendo a esta población durante el resto del año 2025.
Así se brinda la atención:
Básica:
Esta fase se compone de la Unidad Móvil, los equipos psicosociales de atención en calle y el servicio de atención básica ubicado en el barrio Sucre.
La Unidad Móvil ofrece servicios esenciales como enfermería, odontología, vestuario, ducha, psicología, trabajo social, educación terapéutica, talleres y alimentación, entre otros.
Los equipos psicosociales, seis en total, se despliegan estratégicamente en el norte (2), centro (2) y sur (2) de la ciudad, prestando sus servicios en dos turnos diarios: de 5:00 a.m. a 1:00 p.m. y de 1:00 p.m. a 9:00 p.m. Cada día, atienden un promedio de ocho sectores de Cali, llegando directamente a los lugares de permanencia y tránsito de los habitantes de calle. El objetivo primordial es identificar sus necesidades, promocionar los servicios disponibles, brindar apoyo en temas de restablecimiento de derechos y realizar un seguimiento individualizado de cada caso.
El servicio de atención básica se encuentra en el barrio Sucre, en pleno corazón de Cali, donde se ofrece alimentación y se desarrollan actividades enfocadas en procesos de resocialización. En lo que va del año 2025, se han registrado más de 7.000 atenciones en esta fase.
Media:
Esta fase se desarrolla en los barrios Santa Elena, Piloto y San Bosco, a través de hogares de acogida y un dormitorio social. Estos espacios están diseñados para habitantes de calle que aún no han tomado la decisión definitiva de cambiar su estilo de vida, pero que gradualmente se están desvinculando de esa dinámica.
En estos entornos de acogida, los beneficiarios desarrollan niveles de autonomía, aprenden a gestionar sus consumos y a adoptar hábitos de autocuidado. Algunos incluso comienzan a realizar actividades productivas informales, buscando su propio sustento.
Alta:
Esta fase, denominada Sostenibilidad, se lleva a cabo en un entorno específico donde se atiende a personas que ya han superado su vida en calle, han conseguido una vivienda (ya sea alquilada o con algún familiar) y requieren apoyo continuo en el proceso de fortalecimiento para su inclusión laboral y social plena.
Un testimonio valioso:
Jonathan Correa, beneficiario de la Unidad Móvil, a sus 40 años y aún en proceso de superar su condición de habitante de calle, enfatiza que la percepción de que la Alcaldía de Cali los mantiene y consiente es errónea.
“Más que una comida o un lugar para dormir, lo que realmente valoramos es el calor humano que nos brindan. Nosotros nos hemos marginado, sí, pero gracias al apoyo que he recibido de los profesionales y de los servicios que ofrece la unidad, hoy estoy validando mi bachillerato y quiero seguir adelante”, expresa con determinación.
Según Jonathan, la asistencia que le brinda el programa ‘Habitante de Calle’ es como ese familiar que, más allá de los errores cometidos y sin señalar, juzgar o estigmatizar, extiende su mano para ayudarlo a salir de una ‘noche oscura’ ofreciéndole acciones y oportunidades reales para un futuro mejor.