El cambio climático es una realidad que nos afecta a todos, y en nuestras ciudades, lo sentimos especialmente con el aumento del calor y la falta de zonas verdes. Pero el Valle del Cauca no se queda quieto ante este desafío. La Gobernación está liderando con fuerza una estrategia ambiental clave y visible: la creación y fortalecimiento de Bosques Urbanos.
Se trata de promover la siembra masiva de árboles en nuestras áreas urbanas y periurbanas. La idea es clara: aumentar esa cobertura vegetal que actúa como un escudo natural. Esto ayuda a reducir las temidas «islas de calor» en las ciudades, a purificar el aire que respiramos y a hacer que nuestros entornos urbanos sean mucho más resistentes (resilientes) frente a los efectos que trae el cambio climático.
Para impulsar y articular esta estrategia, se acaba de realizar un evento importante: el Segundo Encuentro de la Red de Bosques Urbanos, que tuvo lugar en Tuluá. Fue un espacio súper valioso donde diferentes municipios pudieron compartir sus experiencias y aprender unos de otros. Conocimos iniciativas que inspiran de verdad, como los jardines que atraen polinizadores creados por la bióloga Wendy Johana Vidal, el interesante ‘Bosque Ecosofía’ en Cartago, el ‘Bosque Urbano Comunidad de Manzanares’ en Candelaria, y proyectos como los Senderos de Villa Liliana en Tuluá y Riberas del Rosario en Jamundí. ¡Son historias locales que muestran el poder de la acción!
El reto es grande, y ya se ha identificado que hay 19 municipios en el Valle que necesitan con urgencia más árboles, zonas que sufren especialmente por el calor. Varias de estas localidades ya han dado el paso y han identificado áreas existentes que tienen un gran potencial para convertirse en Bosques Urbanos. Ahora, se está trabajando de la mano con la CVC (nuestra Corporación Autónoma Regional) y la Secretaría Departamental de Ambiente para darles vida, fortalecerlas y sembrarles más especies nativas que son claves para nuestro ecosistema.
Pero este trabajo no es solo por reverdecer; tiene un propósito más profundo. Julián Alberto Giraldo, director del bosque Urbano Ecosofía en Cartago, lo explicó de forma contundente: iniciativas como esta permiten trabajar para encontrar «armonía» y, lo más importante, para lograr esa «justicia ambiental» en todos los rincones del departamento, asegurando que las zonas que más han sufrido la falta de verde también se beneficien. La Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sostenible del Valle, Francia Elena Obando, puso el ejemplo de Buenaventura, donde un modelo de trabajo colaborativo entre más de 10 entidades públicas y privadas ha sido fundamental para consolidar su propio bosque urbano. Cali, como ciudad pionera en esto, también sirve de inspiración para que otros municipios de la red se animen.
La Gobernación del Valle extiende la invitación a más actores – sean ciudadanos, empresas, organizaciones o colectivos – a sumarse activamente a esta estrategia. Porque cada árbol que sembramos es mucho más que una planta; es una inversión directa en nuestro futuro, una apuesta concreta por un departamento más verde, más resistente al cambio climático y con más justicia ambiental para todos. ¡Plantar un árbol es plantar esperanza y futuro!