Por: Charlie Rivera
Como nos vemos en línea, nos vemos en la calle
Después del nombramiento del Papa León XIV, salió a la luz su antigua cuenta de X (@drprevost) donde estuvo por muy poco tiempo ya que imagino que el Vaticano le pidió a Elon Musk que borrara la cuenta y todo rastro de ella, pero en el tiempo que estuvo vigente, se pudo conocer al hombre detrás del título del Santo Padre, y lo más curioso es que es el perfil de un hombre latinoamericano como cualquiera, es lo más increíble.
En los medios lo venden como el Primer Norteamericano, pero él también es peruano, y aunque no nació allá, adopto la sangre Inca, esa sangre latina de la cual el Papa Francisco siempre habló con orgullo, porqué es uno más de nosotros, con sus opiniones, sus posturas y posiciones frente a lo que pasa en el día a día.
Pero esto no es nuevo, ¿Y saben por qué? Porqué desde antes de tomar el manto solía ser un usuario activo en X (Twitter), y a partir de aquí marca un precedente y el tema que me inspiró a escribir esta columna, es la importante huella que dejamos a través de internet, como unos simples comentarios detrás de una pantalla pueden afectar nuestra vida fuera de internet.
El pasado si importa
Si algo no ha enseñado estos últimos años la vida pública de las personas que vemos en las pantallas es que su opinión es importante por más que no sean expertos, porqué son influyentes y siempre habrá alguien que tome sus palabras como una verdad absoluta sin cuestionarse.
Por eso cuando filtran conversaciones de chats, tweets, vídeos o audios sobre temas controversiales, estos de manera directa suelen salir afectados, y si es una persona de mucho renombre, peor, porqué puede perder contratos millonarios con marcas y empresas que van a priorizar su imagen antes que su alianza con la figura pública, eso es ley en los negocios.
Pero sí eres un ciudadano del común, es diferente, pero igual de perjudicial por mucho que la gente ignore esto apropósito, ¿Por qué? Porqué nos creemos intocables, cuando la realidad es que podemos ser igual de perjudicados, a tal punto de perder relaciones, trabajo y hasta la ayuda del gobierno solo por una publicación irresponsable de manera consciente e inconsciente.
Crecer con Internet
Imagina que vivimos en el futuro y tienes un sobrino o hijo que se convirtió en un futbolista profesional, y que cuando él era niño publicabas fotos con la camiseta del equipo favorito de la familia. Eso es normal y hasta muy bien visto, hasta que el no pudo entrar a jugar como profesional en ese equipo, pero si en el equipo rival, y ahí se convierte en una estrella y en un emblema, pero… De manera inocente no borras las fotos de cuando él era niño o las borraste ya cuando ese equipo lo ficho por una cantidad millonaria y empezó a brillar y se filtran las fotos y los comentarios soeces que hacían de ese equipo cuando era niño, automáticamente y de manera inocente se convierte en una mancha imborrable para su carrera, porque los medios amarillistas y los rivales harán eco de la noticia y con suerte el equipo entenderá la situación y solo pondrán un comunicado de prensa, pero si no es “El Crack” o ese día amaneció con el pie izquierdo, perderá su contrato con el equipo.
Este solo es un ejemplo que a pesar que no es real, puede pasar, si nos remontamos más a un caso de la vida diaria, imagina que un compañero dice algo desagradable o se mete con otra persona ya sea por color de pie, su orientación sexual, por venir de otro país o simplemente por no ser de la misma clase socio-económica, el simple hecho de que lo graben, lo expongan en internet y corre con la mala suerte de que ese vídeo se viralice, puede perder su trabajo, relaciones importantes o algún contrato que tenga con alguna organización que le genere su sustento diario.
Los Cambios
Y aclaro para finalizar, puede que ya no pienses de esa manera y haya cambiado la mentalidad a lo largo de los años y las experiencias y es normal, todos cambiamos, no hay que satanizar el pasado, simplemente hay que aprender de él.
Lo mejor que se puede hacer ahora es borrar de manera moderada esas cosas que pueden que te afecten en el futuro y aprender y ser más consciente de lo que se publica, preguntarse primero: ¿Esto me va afectar? ¿Puedo perder mi trabajo por esto? ¿Afectará a mi familia o amistades?
Enseñarles a los más jóvenes la importancia y el cuidado de navegar en internet, qué publicar y qué no, ya que con esto fomentan la responsabilidad en el mundo digital, porqué hoy en día lo que vemos en internet influye más de lo que vemos en la calle y esa realidad la tenemos que empezar aceptar y dejar de ignorar.