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Me imagino a mi madre, desde el cielo, tratando de decirme que no vaya a escribir lo que estoy pensando en este momento: «A son de qué vas a armar esa pelea en estos momentos».
Otra vez, a sabiendas de las consecuencias y prevenido desde el más allá, me dejo llevar de mis impulsos y caso esta nueva camorra; acudo a lo que decía mi padre cuando tenía los años que yo tengo ahora: «si a esta edad no puedo decir lo que me da la gana, para qué he vivido».
Voy hablar del vicio que más practican los colombianos(as); lo hacen solos y acompañados; es causante, cuando se practica en exceso, hasta de la muerte; muchos divorcios se han derivado de él; lo hacen hasta los curas y las monjas y, para preocupación general, hasta los niños y niñas a partir de los 13 años.
Avergonzado confieso ante ustedes que, yo también lo practico y, en esta pandemia, lo he hecho con más frecuencia; no sé si debido a la soledad o por la perversa influencia de Netflix que, en todas sus películas, muestran gente practicándolo.
Contrito acepto que he llegado a hacerlo hasta 3 veces por semana en esta pandemia y, después de probar toda la variada gama de formas, descubrí cuál es la que más me gusta y creo que estoy a punto de ser adicto a ella.
Sin más vueltas salgo del armario e impúdicamente declaro que soy consuidor y amante del RON.
Sí, del RON, ya no bebo whisky, ni aguardiente, ni vino; he descubierto que el mejor trago es el RON; no me da guayabo. Ahora entiendo por qué antes decían que era trago de putas; ellas siempre han sabido lo que se puede beber a diario y trabajar sin dolor de cabeza al día siguiente. Está comprobado, las únicas mujeres que nunca tienen dolor de cabeza son las meretrices u putas que llaman.
Para envidia de algunos y desprecio de otros, me he convertido en catador de rones. Me apena tener amigos que toman otros tragos, teniendo nosotros maravillosos rones, a nivel de los mejores del mundo.
Gratuitamente les daré mi lista de los mejores rones colombianos de alta gama: Hechicera, Parce, Diplomático, Medellín 19 años, Caldas 21, Santa Fe 12 años y, el mejor para mí: La edición especial de Ron Marqués del Valle, Fuerza aérea 15 años; si lo encuentran, no lo duden, compren las botellas que se topen, es edición irrepetible.
Ñapa: El ron proviene de la fermentación, destilación y añejamiento del jugo de la caña de azúcar. Los rones de 12 o más años de añejamiento en barriles de roble, son un licor de igual o mejor calidad que cualquier whisky o brandy; por eso es de gran consumo en todas partes del mundo.
«Si se siente muy tristón
y lo aleja la pandemia,
no lo dude, tome ron,
se lo dice la academia». K.B
*el alcohol es perjudicial para salud. Prohibida la venta a menores de edad.
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