La situación de los hospitales públicos en Colombia es desesperante, y la Gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, lo ha expresado sin rodeos. Junto a los demás gobernadores del país, ha enviado una carta contundente al Ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, porque «hay una crisis grave» y se necesita una «intervención urgente» a nivel nacional.

¿Cuál es el fondo de este problema? La enorme deuda que las Entidades Promotoras de Salud (EPS) han acumulado con los hospitales. La Gobernadora Toro explicó que la cosa se complica porque hay nueve EPS intervenidas que, entre el régimen subsidiado y el contributivo, tienen afiliados ¡al 49% de la población! Eso son unos 30 millones de personas que dependen de estas entidades. El lío es que estas EPS no están pagando a tiempo, y cuando lo hacen, solo cubren cerca del 65% de lo que realmente deben.

La consecuencia es una bola de nieve financiera que amenaza con ahogar a la red pública. A nivel nacional, la deuda que las EPS le tienen a los hospitales públicos ya suma ¡6 billones de pesos! Y si la tendencia sigue igual, esa cifra podría escalar hasta los 17 billones de pesos de aquí a que termine el año. La situación en el Valle del Cauca no es ajena a este drama: la deuda asciende a un billón y medio de pesos, siendo nuestro Hospital Universitario del Valle (HUV) el más afectado, con una cartera pendiente de ¡$525 mil millones!

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Ante este panorama insostenible, los gobernadores, actuando a través de la Federación Nacional de Departamentos (FND), han sido claros en su carta al Ministro Jaramillo sobre lo que se debe hacer. Piden tres acciones puntuales y urgentes:

  1. Que el Ministerio de Salud y las entidades territoriales se pongan de acuerdo y exijan firmemente a las EPS que paguen puntualmente por los servicios que los hospitales públicos le están prestando a sus pacientes. Y que, a la vez, garanticen que los hospitales sigan atendiendo a la población afiliada a estas EPS.
  2. Que se diseñe e implemente ya un cronograma estricto y obligatorio para que las EPS salden las deudas históricas y acumuladas que tienen con los hospitales.
  3. Que la Superintendencia de Salud ejerza una vigilancia implacable sobre las EPS para que no sigan generando nuevas deudas, asegurando así que los hospitales públicos tengan el flujo de dinero necesario para ofrecer atención médica de calidad y a tiempo a todos los pacientes.

Es un llamado desesperado desde los territorios para salvar la red hospitalaria pública, que es vital para millones de colombianos, especialmente los más vulnerables. Los gobernadores esperan una respuesta y acción contundente e inmediata del Gobierno Nacional.