En casa tenemos una regla: Sacarles el máximo provecho a los alimentos, y en estos tiempos aún más! No sólo porque no podamos salir libremente a proveernos de comida cuando queramos, es la conciencia de no tirar a la basura alimentos que todavía pueden servirnos para otras preparaciones.

Esa es la cocina de aprovechamiento. No es un concepto nuevo, venimos usándolo hace muchos años, y ahora está en boca de todos por ser tiempo de crisis.
En los supermercados vemos las bandejas con los alimentos ya pelados, cortados y empacados, lo cual aparte de tener un impacto negativo para el medio ambiente, eleva el costo del producto, y aun así los compramos por comodidad y practicidad. Pero con todas las restricciones que tenemos actualmente y el deseo de salir lo menos posible para protegernos, debemos repensar nuestros hábitos de consumo, desde el momento de la compra hasta la preparación final del alimento.

Acá les dejo algunos tips para no desperdiciar nada en nuestra cocina:
El arroz es un ingrediente principal en nuestras preparaciones y es lo que más sobras deja, normalmente lo consumimos al día siguiente como calentao, pero también podemos hacer arancinis, que son croquetas redondas de arroz y queso, o podemos usarlo como relleno y preparar las famosas empanadas de arroz.
El pan tiene una vida útil relativamente corta, pero recordemos que en recetas tradicionales se usaba el pan viejo para preparar los borrachos o tortas mojadas con licor, o podemos rallar el pan duro para empanizar. También podemos hacer tostadas francesas con las tapas del pan tajado que muchas veces termina en la basura.

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Los restos de vino que queda en las botellas son perfectos para las salsas de carnes rojas.
Las frutas muy maduras las podemos cocinar en almíbar y preparar mermeladas o conservas. Las frutas que sabemos que se dañan rápido, hagamos pulpas y se congelan, para no tener pérdidas.
Los plátanos muy maduros se pueden usar preparaciones como tortas, galletas, muffins o la conocida mazamorra.
Cuando cocinemos pollo, carne o pescado, conservemos ese caldo, ya que puede durar refrigerado mucho tiempo y es útil como base para otras preparaciones.

La papa es tan versátil que se pueden preparar muchas recetas con ella, pero cuando nos quedan sobras de papa cocida, podemos preparar una tortilla con huevo y verduras, o hacerlas puré y preparar papas rellenas, o hasta la misma cáscara se lava bien, se seca al horno y son unos snacks deliciosos aderezados con sal y pimienta.
Las cáscaras de cítricos son perfectas para caramelizar, la ralladura se usa en muchos postres y si se ponen a secar sirven también como aromatizantes.

Es importante que los restos de comida o alimentos se guarden en empaques bien sellados o con papel film o aluminio para evitar contaminación cruzada en el refrigerador.
Si sumamos la cantidad de comida que tiramos sin reparo a la basura, serían toneladas de desperdicio innecesario. Ya no es por desconocimiento, ahora se trata de tener la intención de hacerlo y buscar nuevas soluciones. La cocina de aprovechamiento nos abre un abanico de posibilidades que con seguridad podremos crear un montón de ideas y recetas para acercarnos a un consumo responsable.