Ante deferencia de la estudiante de la Maestría en Derecho Médico, del programa adscrito a la facultad de Derecho de la Universidad Santiago de Cali, doctora Mónica Minow Cardona Rentería, de dirigir su trabajo final de grado, se entrega a la comunidad universitaria y a la academia en general, una valiosa y actualizada monografía intitulada “Autonomía Ética del Médico frente a la práctica de la Eutanasia en Colombia”.
Parte la nueva Magister en Derecho Médico, concibiendo la Eutanasia como un acto con una inconsistencia moral entre el propósito de la medicina y su uso; por ello su plausible investigación busca examinar de qué manera es posible mantener el constructo histórico de la medicina como arte de curar, dentro del contexto actual del derecho a morir dignamente.
Mediante la revisión de mecanismos, jurídicos, éticos y socioculturales que sobre la regulación de la eutanasia en Colombia, determinan la conveniencia en la elección del tipo de eutanasia a legalizar en el país, se pretende interpretar el valor que se le otorga a la voluntad del profesional médico como actor directo, dentro de éste procedimiento, tomando como punto de referencia los países de Suiza y Canadá; finalmente en su obra identifica si los conceptos de dignidad y autonomía del paciente, relacionados con la eutanasia, están en contravía con los principios éticos del ejercicio de la medicina en Colombia.
En la actual sociedad la vida, señala, se presenta como objeto de valor superior en donde comienza y termina todo, es así que la muerte constituye un acontecimiento natural que determina la culminación de la existencia de cada ser vivo, tan natural, común y frecuente como los nacimientos masivos en el mundo y es justamente debido a su naturalidad, que como proceso cíclico en sociedad debería existir amplios estudios y conocimientos médicos que permitieran el trato correcto del ser humano en el proceso de defunción.
Sin embargo, esto no es del todo aplicado en el quehacer médico, muchos no se encuentran preparados ni psicológica, ni médicamente para manejarlo, ocasionando que su accionar en muchos casos no beneficie al paciente (Solidoro, 1999), agrega nuestra dicente.
En la actualidad, el uso del término eutanasia está caracterizado por una amplia diversidad de significados, conduciendo a no pocas confusiones, no sólo en las discusiones que se dan en el ámbito público, sino también entre los especialistas de bioética. Esta diversidad tiene su origen en la diferencia histórica que ha tenido la palabra, pero hoy en día depende también, al menos en parte, de orientaciones ideológicas. Algunos juegan con la confusión terminológica para intentar abrir una brecha en los ordenamientos jurídicos que tienen como uno de sus principios constitucionales la prohibición de acabar voluntariamente con la vida de una persona (Requena, 2012).
Se puede inferir que existe una inconsistencia moral entre el propósito de la medicina y el uso de la eutanasia, pues esta profesión busca, ante todo, preservar la vida, prevenir enfermedades, velar por la salud general de cada ser humano y a grandes rasgos, buscar el perfeccionamiento de la especie humana, mejorando significativamente los patrones colectivos de vida, se expone categóricamente en el estudio presentado.
El legado académico de la profesional de la medicina, Cardona Rentería, es meritorio y digno de reflexión cuando hoy desde los diferentes escenarios del conocimiento humano abogamos por el reconocimiento del derecho a morir con dignidad y sobre todo, por el advenimiento de una nueva cultura frente a la muerte humana.