Llegó el día esperado, el abrebocas deportivo de nuevo año ya se daba por comenzado. Desde las graderías del Pascual Guerrero aplaudían a las promesas del balompié sudamericano; mientras eso se iba llenando
Preámbulo que enfrentaba en el juego inaugural a las selecciones de Brasil y Perú, la ‘verdeamarela’ liquidaría a la ‘blanquirroja’ en el marcador por tres goles a cero. Pero no fue tan fácil como parece.
En la parte inicial, el conjunto inca contrarrestó bien el frente ofensivo de los brasileños, intentó sacar provecho de algunas imprecisiones defensivas de su rival, y se asomó por contadas ocasiones al arco custodiado por Mycael. Hasta allí, una de las individualidades destacadas en el equipo peruano era Jack Corhuallanqui.
Por su lado Brasil tuvo que modificar desde temprano su zaga defensiva, Weverton abandonaría el terreno de juego por molestia muscular, el ingreso sería para Mendes. De a poco el conjunto carioca se fue adueñando de la pelota y destrababa sus líneas. Biro <que mostró menos de lo esperado> conectaría dos acciones de peligro sin, fortuna al final.
Segundo tiempo, con los ceros en la frente, algún equipo debía tomar la batuta para mover el marcador; tal vez fuera Perú, que optaba como recurso por la media distancia. Pretensioso pero sin resultado. Brasil movió el banquillo, con la entrada de Giovane, Guillerhme y Pedrinho, el semblante “Carioca” fue muy distinto.
Con el ataque activado por costado izquierdo, y con repetidos balones parados como ocasión, un rebote plasmaría el ansiado gol. Roque, el encargado de efectuar la dura tarea de vencer al portero Amasifuén. En adelante “téngase duro” sería la frase. Infracciones, una dentro del área (Min 86’); y con esta el que es caballero… Roque, con dos para tres. Claro que antes, Andrey, el capitán, no se iría de la cancha sin reportar el suyo en el marcador.
Contundente triunfo, al menos en el periodo complementario, con Brasil que arrancó facturando con tres y tres. Para los peruanos, agudo inicio.