Cali y sus humedales se han convertido en hogar de paso para alrededor de 70 especies de aves migratorias como la reinita de Canadá y los patos de la Florida, que llegan desde el norte del continente y descansan una breve temporada para continuar su viaje hasta el sur.

Este 14 de mayo se conmemora el Día Mundial de las Aves Migratorias y desde el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, DAGMA, se hace énfasis en su importancia ya que su presencia en nuestros cielos es indicativo de una buena calidad del aire y de los ecosistemas.

Los biólogos del área de conservación de ecosistemas han identificado dos temporadas al año para la visita de estas aves migratorias, “una de ellas entre marzo a mayo y a otra entre septiembre y noviembre”.

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La presencia de estas hermosas viajeras ha permitido que Cali se convierta en un destino de interés internacional para el avistamiento y estudio de las aves, su comportamiento y aportes al medio ambiente.

La migración de las aves se produce anualmente, principalmente durante la noche, cuando las corrientes de viento son más suaves y la luna y las estrellas les sirven de guía. Ellas tienen rutas establecidas, por lo general, de norte a sur con lugares propicios para descansar y reponer energías en el camino.

Algunas especies cruzan rutas relativamente cortas y otras recorren largas distancias que requieren varias semanas de viaje. Huir del frío no es siempre la razón de su migración hacia el trópico, es principalmente la búsqueda de alimento.

La Alcaldía de Cali se promueve la protección de espacios verdes como humedales y ecoparques para que podamos garantizar la visita anual de bellas aves que nos deleitan con sus trinos y colores.