Gracias al proceso participativo adelantado por el equipo técnico de Cali Distrito Especial hasta septiembre de 2022 fue posible realizar un diagnóstico histórico y situacional actualizado de la zona rural en el que se identificaron tanto fortalezas, como debilidades, necesidades y potencialidades del territorio.
En conversatorios, la comunidad y un gran número de actores expusieron demandas relacionadas con la desconcentración de funciones administrativas, la urgencia de más recursos para la inversión y expresaron su voluntad de mantener la diferenciación respecto al área urbana.
En dichas mesas surgió el aparte del proyecto que corresponde a la Localidad Rural Especial y se consolidó una propuesta que responderá a sus necesidades con la reorganización política administrativa, en pro del bienestar colectivo.
Se trata de un proceso cuya implementación se daría en los siguientes ocho años, de acuerdo con el plan de transición diseñado para descentralizar el Gobierno local y dotar de mayores capacidades a la ciudadanía caleña.
De ser aprobado, el proyecto permitirá la unificación del territorio rural como un entorno ecosistémico, diverso y con potencialidades para garantizar que el Distrito Especial sea sostenible ambientalmente. También se propone en él, un plan de adaptación frente al cambio climático, procurando el especial cuidado del Parque Nacional Natural Farallones y las fuentes hídricas de la región.
Cali Distrito Especial establece una localidad rural que contará con mayores recursos y más herramientas de gobernanza: un alcalde local y una Junta Administradora Local integrada por 15 ediles con honorarios y dedicación total a la gestión del territorio. Su labor será apoyada por un grupo de 15 corregidores con funciones redefinidas, un presupuesto participativo y el fondo local.
Además, dispondrán de un equipo humano con funciones técnicas, administrativas, financieras y de apoyo a la gestión integrado por 16 personas, una sede administrativa principal y cuatro Áreas Rurales Especiales de Atención – AREA (una por cuenca).
La meta es que estas autoridades y el próximo alcalde Distrital logren sinergia entre lo urbano y lo rural y que, esta se traduzca en acciones por la defensa de las cuencas hidrográficas, la seguridad alimentaria de las comunidades y el desarrollo rural. Así mismo, buscarán incentivar la cooperación internacional y del Gobierno Nacional.
De esta manera, la distritalización debe entenderse como una herramienta para recuperar la presencia estatal y su legitimidad en la ruralidad, posibilitando su renacer y dando soluciones efectivas a los reclamos históricos del sector, en aras de promover el desarrollo y la salvaguarda de su riqueza natural.