Una importante iniciativa de protección ambiental tuvo lugar recientemente en el Eco-parque Cristo Rey. Estudiantes de la Universidad Cooperativa de Colombia (UCC), en colaboración directa con el equipo del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma), unieron esfuerzos para reforzar la barrera cortafuegos que protege esta emblemática zona de los cerros caleños.
La actividad principal consistió en la siembra estratégica de 200 plantas conocidas por su resistencia al fuego. Esta labor no solo representa un aporte tangible a la seguridad del parque, sino que también marcó la clausura práctica del curso de Derecho Ambiental para los estudiantes participantes. Trabajando codo a codo con los guardaparques del Dagma, lograron extender esta zona de defensa verde en aproximadamente 40 metros cuadrados nuevos, una acción crucial antes de la llegada de la temporada seca, cuando el riesgo de incendios forestales aumenta significativamente.
Desde la perspectiva académica, Martha Isabel Toro, docente de la UCC, resaltó el valor incalculable de que los futuros abogados experimenten de primera mano las complejas tareas que realizan las autoridades ambientales. Puso énfasis en la importancia de comprender el esfuerzo institucional para reparar el daño causado por actos criminales como la quema de áreas naturales.
Por su parte, Israel Corredor, quien lidera el grupo de Coordinación Operativa del Dagma, vio en esta jornada una oportunidad invaluable. Explicar los procedimientos de control y vigilancia ambiental directamente a quienes mañana podrían estar lidiando con la legislación les permite a los estudiantes dimensionar el impacto real de las conductas irresponsables con el entorno. Además, destacó que para el propio personal técnico del Dagma, interactuar y exponer sus labores también sirve como un repaso y una actualización sobre la jurisprudencia ambiental aplicable a su trabajo de campo.
La Defensa Verde: Un Escudo Vital
Es fundamental entender la relevancia de estas barreras cortafuegos. Actúan como un escudo estratégico, diseñadas para frenar el avance de incendios, salvaguardando así las valiosas áreas boscosas cercanas. Los bomberos recomiendan que estas franjas tengan un ancho de entre 20 y 25 metros. La barrera de Cristo Rey, que se extiende a lo largo de 3.5 kilómetros, sigue estas especificaciones.
Gabriela Torres, bióloga del grupo de Conservación de Ecosistemas del Dagma, detalló la ingeniería detrás de estas defensas. La barrera principal es una franja donde se mantiene la vegetación al mínimo mediante mantenimiento constante. Sin embargo, son las plantas piro-resistentes sembradas en los bordes las que cumplen una función clave: no solo cortan el viento que alimenta las llamas, sino que su alta concentración de agua (son especies típicamente suculentas) hace que no se incendien fácilmente, evitando así que el fuego «salte» y se propague a otras zonas.
Tu Rol en la Protección
El Dagma hace un llamado a toda la ciudadanía caleña a sumarse al cuidado activo de nuestro patrimonio natural. La prevención y la reacción temprana son esenciales.
Si presencias un incendio forestal o detectas un conato, no dudes en reportarlo de inmediato. Puedes hacerlo a través de la línea de WhatsApp de Emergencias Ambientales del Dagma, disponible las 24 horas en el número 313 780 75 32, o llamando directamente a la Línea de Emergencias 119 del Cuerpo de Bomberos. Proteger nuestros cerros es tarea de todos.