Unicef ha emitido un informe reciente que arroja cifras alarmantes sobre la Mutilación Genital Femenina (MGF) a nivel mundial. Según el informe, se ha registrado un aumento del 15% en el número total de mujeres y niñas sometidas a esta práctica, alcanzando una cifra superior a los 230 millones.
África lidera en esta preocupante estadística, con más de 144 millones de casos, seguido de Asia y Oriente Medio. Aunque algunos países han logrado reducir la prevalencia de esta práctica, como Sierra Leona, Etiopía, Burkina Faso y Kenia, regiones como Somalia y Guinea muestran cifras extremadamente altas, llegando al 99% de las mujeres en algunos casos.
A pesar de los esfuerzos para erradicar esta práctica, el progreso es lento y se necesita un aumento significativo en los esfuerzos para cumplir con los objetivos de la Agenda de Desarrollo Sostenible de la ONU para 2030. La persistencia de esta práctica se atribuye a normas sociales arraigadas y percepciones culturales. Se destaca la necesidad de involucrar a hombres y niños en la lucha contra la mutilación genital femenina para combatir esta violación de los derechos humanos.