Durante su visita a Estados Unidos, los presidentes de Colombia y Panamá, Gustavo Petro Urrego y José Raúl Mulino, respectivamente, acordaron la necesidad de establecer una ruta legal para el paso de migrantes a través del Tapón del Darién. Este acuerdo busca proteger a los migrantes de las redes de tráfico de personas y organizaciones criminales que operan en la región.
Ruta Legal y Controlada: El objetivo es crear una ruta controlada por ambos gobiernos que ofrezca un paso seguro y regulado. Petro enfatizó que esta iniciativa debe incluir incentivos para que los migrantes elijan esta vía legal en lugar de arriesgarse con grupos mafiosos.
Disminución de Migrantes: El presidente colombiano mencionó que ya se ha observado una disminución en las cifras de migrantes que atraviesan el Darién, indicando que el enfoque en la creación de rutas seguras puede tener un impacto positivo.
Este acuerdo se formalizó durante una reunión que tuvo lugar en el marco de la Asamblea General de la ONU en Nueva York. La colaboración entre Colombia y Panamá se considera crucial para abordar los desafíos migratorios en la región.
En relación con la frontera con Venezuela, Petro destacó que se ha logrado regularizar el paso de migrantes, lo que ha contribuido a evitar flujos migratorios masivos como los de años anteriores.
Anunció que se implementarán programas de apoyo para la población venezolana en Colombia, especialmente enfocados en educación para los jóvenes, con el fin de facilitar su integración y desarrollo en el país.
La iniciativa de crear una ruta migratoria legal entre Colombia y Panamá es parte de un enfoque más amplio para gestionar la migración en la región de manera humana y segura, al tiempo que se busca disminuir la influencia de grupos criminales en el tránsito de migrantes.
Esta colaboración también refleja un compromiso regional por abordar las causas y consecuencias de la migración de manera conjunta.