Desde Colombia, el Presidente Gustavo Petro Urrego ha expresado su más firme y decidido respaldo a la Flotilla de la Libertad, una iniciativa humanitaria internacional que, con valentía, intentó romper el cerco que pesa sobre el pueblo palestino en Gaza.
El mandatario enfatizó que los participantes de esta flotilla, provenientes de diversas partes del mundo, no portaban armas ni intereses ocultos. Su cargamento consistía en medicinas, alimentos y, sobre todo, un mensaje claro: «la dignidad humana no se bloquea, la solidaridad no se detiene, el derecho a vivir no puede ser confiscado por ninguna potencia».
El Presidente Petro subrayó la importancia de reconocer y proteger esta labor humanitaria. Afirmó que «el mundo necesita más voces que, sin cálculo político, se pongan del lado de lo humano». En este sentido, destacó que Colombia no es indiferente, y que la historia y la Constitución del país obligan a «rechazar el genocidio, el castigo colectivo y la indiferencia cómplice».
Para el Gobierno colombiano, actuar es urgente, pues «callar sería ser partícipes». El comunicado reitera que desde su administración se levanta la voz «por los niños que mueren de hambre, por los hospitales sin insumos, por una población sitiada que solo pide lo mínimo: vivir».
La Flotilla de la Libertad, según el Presidente, «representa lo mejor de la humanidad». En su esfuerzo, se ven reflejados los valores de justicia, paz y resistencia no violenta. Por ello, instó a la comunidad internacional a «no mirar hacia otro lado» y a «exigir el respeto innegociable a las misiones humanitarias».
Finalmente, el Presidente Petro concluyó con una contundente declaración: «La neutralidad frente al horror no es neutralidad: es respaldo al opresor.»