Con arrullos y alabaos, cantos tradicionales de la costa pacífica colombiana, amigos y seguidores de la gloria del fútbol colombiano, Freddy Eusebio Rincón Valencia, llegaron este sábado 16 de abril al estadio Pascual Guerrero de Cali para rendir homenaje al hijo de Buenaventura.
El féretro arribó al estadio Sanfernandino a las 9:35 de la mañana y fue recibido en medio de aplausos y pañuelos blancos, custodiado por un fuerte dispositivo de seguridad a cargo de la Secretaría de Gobierno de la Alcaldía de Cali y 1.000 uniformados de la Policía Metropolitana, presidida por el general Juan Carlos León Montes.
Según el secretario de Seguridad y Justicia, Coronel (RVA) Carlos Javier Soler Parra, la Alcaldía de Cali inició labores a través de las Secretarías de Salud, Movilidad, Gestión del Riesgo, Deportes y Seguridad y Justicia, bajo la coordinación de la Secretaría de Gobierno.
“A las 10:00 de la mañana iniciaron los actos de acompañamiento a cargo de el Obispo auxiliar de Cali, Luis Fernando Rodríguez, mientras amigos y comunidad ingresaban a las graderías del estadio, a la espera de entrar luego a la gramilla, entre las 12:00 del día y las 4:00 de la tarde, para despedirlo en la cámara ardiente dispuesta en la tribuna sur para velar su cuerpo”, dice Soler.
Entretanto, en la parte externa del estadio se llevaban a cabo operativos para controlar el ingreso de público, sin permitir acceso a menores de edad, ni personas en estado de embriaguez o bajo efectos de sustancias psicoactivas, al tiempo que se hacían las requisas de rigor.
Por disposición de la familia, la caravana con el cuerpo del Coloso de Buenaventura, partió a la 1:00 de la tarde del estadio Pascual Guerrero hacia al Camposanto Metropolitano del Sur, donde se le hizo un homenaje privado al insigne deportista que dejó en alto los colores de su tierra y su país.