En Cuba, mientras se extendía la suspensión del cese al fuego entre el Gobierno y el ELN, y la guerrilla prometía detener temporalmente los secuestros extorsivos, se informó sobre una incursión del grupo armado en una comunidad indígena en Buenaventura, Valle.

Según la Consejería del Pueblo Wounaan del Valle, individuos armados, supuestamente vinculados al ELN, llegaron a Puerto Pizario pintando las casas con los logotipos del grupo. Además, obligaron a miembros de la comunidad a transportarlos y solicitaron información sobre ciertas personas. Estas acciones ocurrieron en las comunidades de Puerto Pizario, Unión San Juan y Puerto Guadualito, pertenecientes al resguardo indígena de Puerto Pizario, en la zona rural de Buenaventura, cerca del departamento del Chocó.

En respuesta, la comunidad se declaró en confinamiento y asamblea permanente, solicitando ayuda humanitaria de emergencia y pidiendo a organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos realizar misiones de verificación y observación.

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José Luis Bernat, personero delegado de Derechos Humanos en Buenaventura, expresó su preocupación y señaló que militares de la Infantería de Marina fueron desplegados para mantener el orden público. Hizo un llamado al Gobierno Nacional para abordar la situación y tomar medidas que eviten que estas comunidades permanezcan confinadas.