El Corazón de Pance fue el epicentro de la conmemoración del Día mundial del Árbol. Deportistas, caminantes, familias caleñas y jóvenes del programa Todas y Todos a estudiar, se acercaron hasta el que será el parque ambiental más bello de Latinoamérica, para dejar un legado de vida y un aporte al futuro de Santiago de Cali representado en un nuevo árbol para la ciudad.
Y es que fue a partir del precursor, don Antonio Nariño, quien plantó el Árbol de la Libertad en la capital de la República en el año 1813, y por eso en Colombia se celebra el Día del Árbol todos los 29 de abril, fecha reglamentada en el Decreto 1333 de 1942.
Beatriz Velásquez, bióloga del Grupo de Ecosistemas del Dagma, explicó que, esta siembra en particular hace parte del proceso de restauración ecológica de lo que será el bosque escuela, un área donde los caleños y turistas tendremos la posibilidad de vivenciar los servicios ecosistémicos como la regulación hídrica, el confort térmico y la producción de oxígeno que nos prestan los bosques, al tiempo que disfrutamos de la contemplación de áreas naturales donde habitan otras especies como la avifauna, que también se benefician de los bosques.
Por su parte, Diego Morales, coordinador del equipo de compensaciones del Grupo de Flora del Dagma, señaló que, las especies escogidas para la renaturalización de las márgenes protectoras de las derivaciones del Río Pance fueron chambimbes, pisamos, caña de fístula, aguacatillo, cedro rosado, chocho rojo y guayaba, especies protectoras del agua y fuente de alimento para la avifauna y otros aspersores de semilla que habitan en el parque.
«Estos 120 individuos arbóreos plantados hoy, tienen garantizados dos años de cuidado y mantenimiento a través del Programa de Compensaciones del Dagma», puntualizó el botánico Morales.
El parque ambiental Corazón de Pance además de brindar a todos los caleños 920 mil metros cuadrados de espacio público que, a la vez funciona como sumidero de carbono y generador de oxígeno, es barrera natural contra la expansión urbana descontrolada, y contribuye a la recuperación y preservación del patrimonio natural de todos los que habitamos este territorio. Es la más zona de recarga prioritaria del acuífero de Santiago de Cali.
El acuífero es el gran banco de agua subterránea sobre el cual caminamos y vivimos los caleños, el cual se ha visto afectado por el endurecimiento y disminución de la capacidad de infiltración de las aguas en los suelos de la ciudad debido a la sustitución de las zonas blandas o verdes por el concreto, generando islas de calor e inundaciones por el aumento en el volumen de aguas en los canales de drenaje, aguas que anteriormente eran absorbidas por el suelo de manera natural y ahora se vierten en el alcantarillado pluvial.
El cumplimiento de los compromisos de restauración, reforestación y cuidado del arbolado contenidos en el Plan de Desarrollo ‘Cali Unida por la Vida’ permitió que la Sucursal del cielo se hiciera merecedora este año del reconocimiento del programa Tree Cities of the World (Ciudades Árbol del Mundo) otorgado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Fundación Arbor Day.