Philippe Lazzarini, el comisionado general de la agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), advirtió que aproximadamente el 70 % de la población en la Franja de Gaza se quedaría sin acceso a agua potable si el combustible recibido no se destina también a necesidades esenciales como hospitales.
Esta situación crítica, según Lazzarini, coloca la operación humanitaria al borde del colapso. El director de la UNRWA en Gaza, Thomas White, informó que el combustible recién llegado ha sido restringido por Israel y no se destinará al suministro de agua ni a los hospitales.
La escasez de combustible ha llevado a la suspensión o reducción de servicios sanitarios en varios hospitales de Gaza, agravando la situación humanitaria en medio del conflicto. Desde el inicio de la guerra el mes pasado, Israel no permitió la entrada de camiones de combustible, esencial para el funcionamiento de instalaciones críticas, debido a preocupaciones sobre su posible uso por parte de Hamás.
La escalada del conflicto ha resultado en más de 11,000 personas fallecidas desde el inicio de la ofensiva y el asedio israelí sobre la Franja de Gaza.