Ante los recientes y lamentables sucesos del pasado sábado en El Tarra, Región del Catatumbo, Norte de Santander, donde la Institución Educativa Rural de Orú Bajo fue afectada por artefactos explosivos, el Gobierno nacional ha repudiado enérgicamente estos hechos. En consecuencia, ha exhortado a los grupos armados ilegales a mantenerse al margen de los entornos escolares y a respetar la integridad de alumnos, alumnas y docentes en todo el país.
El Ministerio de Educación denunció que este ataque se suma a una preocupante situación humanitaria que incluye el confinamiento de comunidades, desplazamiento masivo e individual, reclutamiento y utilización de niños, niñas y adolescentes en el conflicto armado, así como graves afectaciones psicológicas en las comunidades educativas, padres de familia y docentes.
El ministerio reiteró que estas múltiples consecuencias humanitarias demuestran que la población civil sigue sufriendo los peores efectos de los conflictos armados y la violencia, especialmente niñas, niños y adolescentes en sus entornos comunitarios, familiares y educativos. Esto impacta directamente sus trayectorias educativas, sus posibilidades de desarrollo integral y el impulso de los sentidos de vida colectivos en los territorios.
La complejidad del contexto actual, donde las dinámicas de los conflictos armados pueden variar significativamente en regiones como el Catatumbo, Guaviare o Jamundí, dificulta la atención de estas situaciones y la garantía del derecho a la educación.
Por ello, el comunicado enfatiza la urgencia de preservar la labor humanitaria y que los actores armados ilegales permitan el acceso a la institucionalidad y a las organizaciones humanitarias. Asimismo, reitera la necesidad de mantener las instituciones educativas fuera del conflicto, en estricto cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario que protege a la población civil.
«Desde el Ministerio de Educación nos solidarizamos con las comunidades afectadas, invitamos a la institucionalidad del orden nacional y territorial, a las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, a los organismos internacionales y a los liderazgos sociales, a abrazar a las escuelas como territorios de vida, de saberes y de paz, reiterando nuestro compromiso por la construcción de las transformaciones que nos permitan avanzar hacia unos territorios y un país con justicia social», indicó el comunicado.
Finalmente, el Gobierno exhortó a los diferentes grupos armados ilegales en el Catatumbo, Guaviare, Jamundí y otras regiones del país a mantener la escuela como un espacio para la vida y la convivencia, y a desarrollar diálogos de paz con el Gobierno colombiano. El objetivo es materializar en hechos concretos un alivio para el sufrimiento de la población civil, en particular de niñas, niños, adolescentes, docentes, personal administrativo y padres de familia, manteniendo a las comunidades educativas del país al margen del conflicto.