
El Gobierno del presidente Gustavo Petro, a través de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), asignó a víctimas del conflicto armado predios que anteriormente formaban parte del Fondo para la Reparación a las Víctimas, tras ser objeto de extinción de dominio por parte del Estado colombiano al exlíder paramilitar Carlos Mario Jiménez, alias ‘Macaco’.
Adicionalmente, el Gobierno hizo entrega a estas comunidades de 1.095 hectáreas del predio Cumaral, adquirido a particulares. En este contexto, los predios ‘Las Brisas’, ‘El Topacio’, ‘Pivijay’ –confiscados a ‘Macaco’– y el predio ‘Cumaral’ –comprado a privados– fueron transferidos a asociaciones campesinas del Bajo Cauca antioqueño, como forma de reparación por los daños ocasionados por despojo y desplazamientos masivos perpetrados por grupos armados al margen de la ley.
“Hoy estamos haciendo entrega de más de 1.700 hectáreas de tierra a más de 180 familias antioqueñas, lo que garantiza el avance de la Reforma Agraria aquí en el Bajo Cauca”, manifestó Felipe Harman, director de la Agencia Nacional de Tierras, quien estuvo presente en el acto de entrega de los predios en el municipio de Cáceres.
En la misma línea, agregó que durante la administración del Gobierno del Cambio se han entregado títulos de propiedad a 622 familias rurales de Cáceres, quienes ahora son dueñas de 5.920 hectáreas.
“Cáceres, Antioquia, uno de los municipios del Bajo Cauca más azotados por la violencia y el despojo desde la década de los 60, celebró su aniversario 449 con una movilización llena de esperanza y dignidad protagonizada por quienes han luchado toda su vida por tener un pedazo de tierra para cultivar”, recalcó el director.
Asimismo, Harman destacó que durante su gestión al frente de la ANT se han adjudicado más de 45.000 hectáreas de tierra a familias campesinas en el departamento de Antioquia.
De los títulos entregados en esta jornada, 50 fueron destinados a campesinos que participaron en programas de sustitución de cultivos ilícitos, reemplazando la coca por alimentos como arroz, maíz, yuca y caña de azúcar, para asegurar el sustento familiar y abastecer la seguridad alimentaria de la región.
“Hoy damos un paso firme en la Reforma Agraria y celebramos junto a estas familias campesinas que han esperado durante años este momento. Estos cuatro predios garantizan el acceso a la tierra como un derecho fundamental y una herramienta de transformación y reparación para el campesinado antioqueño que durante años sufrió la violencia y el desplazamiento”, aseguró Farlín Perea, líder de la seccional Antioquia de la ANT.
Uno de los beneficiarios, Humberto Ramón Urda, campesino y víctima del conflicto armado, expresó con emoción: “Me siento feliz porque después de haber pasado por tanta violencia, hoy recibo el título de mi tierra que, aunque pequeña, es la que he trabajado y por la que he luchado”.
La Agencia Nacional de Tierras reafirma así su compromiso de llevar oportunidades, reparación y desarrollo a los territorios históricamente afectados por la violencia y el abandono estatal, restituyendo con justicia la tierra al campesinado que la trabaja.