Por: Miguel Angel Arango
GERARDO MENDOZA, PERSONERO VALIENTE
La semana pasada el personero de Cali, Gerardo Mendoza Castrillón, alertó sobre el seguimiento extraño de un vehículo y en la misma fecha en que fue asesinado el ciudadano Antonio Cuadros, miembro de la familia del niño secuestrado en Jamundí.
Desde el mismo momento en que se conoció el rapto del menor el personero tomó partido, se acercó a su familia y promovió marchas en Cali de personas que exigían la liberación inmediata de Lian. También fue el primer funcionario en informar desde el lugar de los hechos sobre el homicidio de Cuadros.
Mendoza hoy es protagonista de la vida caleña y lo hace con admirable prolijidad, producto de su experticia en el mundo del derecho en donde en Colombia es uno de sus máximos exponentes. Ha denunciado con recurrencia sobre el accionar de grupos insurgentes en la ciudad y oportunamente ha sugerido a la policía y alcaldía tomar las prevenciones para evitar hechos que lamentar. El reclutamiento de menores de edad por parte de organizaciones al margen de la ley ha sido otra de las preocupaciones del representante del ministerio público.
Las desapariciones de personas han estado en la agenda del personero Mendoza. Pero también el acuciante fenómeno del microtráfico con sus consecuencias que elevan indicadores de homicidios más el auge en el consumo de sustancias ilícitas se convierte en otra de las alertas del funcionario y para tal efecto deja registro en los consejos de seguridad en los cuales participa de manera activa.
Sin lugar a dudas Gerardo Mendoza es un personero distinto. Rompió con la calma de esta dependencia en los últimos tiempos y tomó distancia del silencio que significa no meterse en problemas y congraciarse con los principales actores de la vida pública en Cali.
Tampoco ha dudado en denunciar conductas de servidores públicos con sospechosas actuaciones en el manejo del dinero público.
Con contundencia denuncia las decisiones de altos funcionarios cuando se observa actuaciones oscuras y encaminadas a manejos ilícitos del tesoro municipal. Infortunadamente los casos más sonados no pasaron de voces de advertencias y titulares de prensa porque el alto poder le quitó sus procesos más ruidosos para pasar al conocimiento de la procuraduría en donde permanecen en la nevera y en la más burda impunidad.
En una ciudad en done han sido asesinados periodistas, concejales, congresistas y demás funcionarios públicos hay que proteger con determinación la vida del mejor personero que ha tenido Cali en los últimos años. Gerardo Mendoza Castrillón, es su nombre.
RAMOS
Hace poco el concejal Roberto Ortiz, a través de su cuenta de X exigió al alcalde de Cali, Alejandro Eder, apartar de funciones a la conocida abogada Amparo Ramos Acevedo, vinculada desde la alcaldía de Mauricio Guzmán Cuevas, al departamento administrativo jurídico del municipio. “El Chonto” da entender que la funcionaria es sospechosa porque fue subalterna de María del Pilar Cano, la jurídica de Jorge Iván Ospina. Sobre esta última tampoco se han conocido sanciones por parte de organismos de control.
El líder político involucró en presuntos hechos dolosos a la abogada pero este periodista se quedó esperando detalles de los hechos por parte de Ortiz y hasta el momento de hacer esta nota-tres días después-el concejal seguía guardando silencio.
Amparo Ramos, tiene profusa y admirable experiencia en el derecho administrativo y es una de las profesionales más reconocidas en la materia y su nombre nunca se ha visto involucrado en casos de corrupción. Por eso la denuncia sobre supuestos ha generado gran solidaridad con la dama por parte de personas que han seguido su trasegar público.
La profesional es hermana del escritor y abogado Jairo Ramos Acevedo, hoy personero de Riofrio y respetado profesor de derecho en público en importantes universidades de todo el país. La probidad siempre ha distinguido a este hombre.