Por: Miguel Ángel Arango
¿QUIÉN LEVANTA AL CONSERVATISMO?
El conservatismo vallecaucano vive su peor crisis de las últimas décadas y lo más desolador para el partido es que no se vislumbran opciones de redención. Se trata de la colectividad que en el año 2011 sacó cinco curules en el concejo de Cali pero en las elecciones del pasado 29 de octubre solo eligió una.
Ya en el año 2022 para los comicios legislativos los conservadores por este departamento se quedaron sin presencia en la cámara de representantes y en el senado de la república. Una conspiración bien construida y que tenía como finalidad destruir la jefatura de Ubeimar Delgado, terminó sepultando al partido.
Se logró el cometido inicial que era quemar a Ubeimar para el senado y que también su organización perdiera la curul en la cámara baja. Las otras tendencias de esta agencia política incluyeron en su lista a candidatos sin capacidad de hacerse elegir pero ellos orientaron su votación para elegir curules para personas que se inscribieron por otros partidos.
Lo mismo ocurrió para el senado en donde los más reconocidos dirigentes apoyaron candidatos de otros partidos y a aspirantes propios de la colectividad pero no oriundos del Valle del Cauca.
A Ubeimar primero le hicieron un juicio político supuestamente por manipular la conformación de los directorios y por entregar avales para candidatos a las alcaldías municipales de su propia organización en desmedro de otras organizaciones. Él siempre ha desmentido ésas acusaciones con el argumento de que el los buscó a todos para que decidieran nombres para escoger candidatos al congreso pero lo ignoraron.
Por eso el partido a las elecciones locales llegó maltrecho y perdió dos curules en el concejo de Cali y dos más en la asamblea departamental. Ubeimar Delgado se quedó sin concejal en Cali y sin diputado.
La reconstrucción conservadora en la región no es fácil. La otrora poderosa fuerza social hoy está reducida a su mínima expresión como consecuencia de su precariedad en la gobernabilidad regional.
Al exgobernador Delgado, sus copartidarios ya no lo reconocerán como jefe de su partido y además no creemos que le interese.
En suma el conservatismo vive su peor momento como consecuencia de sus divisiones internas, por la comprobada ausencia de liderazgos y porque la militancia y algunos lideres locales entendieron que el único partido fuerte es la U y allá aterrizaron.
Hay orfandad absoluta en este partido regionalmente. La curul más importante la tiene el diputado Mario German Fernández de Soto, pero con menos de treinta mil votos sus correligionarios no lo aceptaran como jefe único.
La dispersión de líderes y dirigentes es inminente. Unos se alinearon en la U y otros lo hicieron en cambio radical.
VELASCO
El exsenador uribista Gabriel Velasco Giraldo, fue protagonista en la elección de Alejandro Éder, como alcalde de Cali y jugará un papel preponderante en las comisiones de empalme.
El ex congresista proviene de la empresa privada en donde tiene especial reconocimiento y en su paso por el senado logró construir relaciones con la política regional. Hizo contactos para sumar y también para incorporar a personajes que estaban en otras campañas.
No hay certeza de su interés en aceptar un cargo en el nuevo gobierno pero por su prestigio y hoja de vida solo le serviría ser gerente de empresas municipales. No olvidar que su nombre sonó como posible candidato a la presidencia de la república en las elecciones del año pasado.
RENGIFO
El ingeniero Álvaro José Rengifo, sería el nuevo presidente de Metrocali, y ya hace parte de las comisiones de empalme del alcalde electo Alejandro Éder.
Fue gerente general de Transmilenio en Bogotá y durante el gobierno de Maurice Armitage, desempeñó cargos importantes en Metrocali. No se le conoce filiación política.