Por: Miguel Ángel Arango

¿LE DEBEMOS A OSPINA? El exalcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, envió a los caleños un video en donde se observa el gran avance de las obras de construcción del centro tecnológico y la innovación que se levanta en un lote donde operó el club San Fernando y que la sociedad de activos especiales le arrebató al narcotráfico.

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Es una obra majestuosa que seguro será utilizada por niños y estudiantes y que se convierte en un nuevo atractivo para caleños y turistas. Tendrá un moderno planetario y auditorios especiales en un derroche de imaginación para observar el nuevo mundo que nos trae las nuevas tecnologías.

A seis meses de concluido el segundo periodo del médico en la alcaldía de Cali es obligado cuestionarnos ¿los caleños le debemos a Jorge Iván Ospina?

Si observamos los periodos 2007 a 2010 y el de 2019 a 2023 observamos que la ciudad tuvo un desarrollo maravilloso en su infraestructura. Las megaobras con todos sus defectos le dieron un nuevo aire a Cali.

El complejo vial de la carrera octava con calle setenta desembotelló gran parte del oriente y permitió agilizar la movilidad por la autopista Simón. El Boulevard del Rio Cali hoy es orgullo para todos los ciudadanos y lo mismo sucede con las intersecciones de la autopista sur con carreras cuarenta y cuatro y setenta. Y no olvidar la ciudadela nuevo latir un establecimiento moderno en donde se educan miles de niños del antiguo distrito de aguablanca.

De esas megaobras que todos ya pagamos nos quedó debiendo la doble calzada portada al mar hasta el kilómetro 18 y el puente de chipichape entre otros.

En su última administración priorizo grandes parques. El de Cristo Rey, el de pance y el del pacífico. Pero también hizo el boulevard del oriente que es hermoso.

Se trata del alcalde más ambicioso en grandes obras que ha tenido Cali desde que estrenamos la elección de alcaldes en marzo del año 1988. Pero también hacemos referencia al alcalde de la ciudad más cuestionado en los últimos cuarenta años y que lo llevó a convertirse en el mandatario más impopular de todos el país. Terminó su mandato con menos del quince por ciento de aceptación en las encuestas.

Da tristeza que hoy al exalcalde no lo recuerden como el hombre de las realizaciones sino como el gobernante más corrupto que ha tenido la ciudad. Pero también es cierto que tiene en curso investigaciones en la fiscalía y procuraduría general de la nación pero hasta la fecha esas dos instituciones no lo han castigado pero lo afecta el escarnio público que es el peor de los castigos para un funcionario público.

Seguro hoy los caleños le deberíamos a Ospina de no ser por los múltiples episodios de contratación que generaron dudas y desconfianza entre los contribuyentes. Los ciudadanos no van a recordar las megaobras ni los parques. Van a recordar los doce mil millones de pesos que se gastó el gobierno en una feria virtual en plena pandemia, las repetidas e injustificadas obras de remodelación del estadio Pascual Guerrero, los televisores de cuarenta millones que casi compran, la excesiva contratación sin licitaciones, los nombramientos de sus ex cuñadas en su gabinete y el importaculismo que lo acompañó en sus últimos cuatro años como alcalde.

FUTURO Si sale el ministro de salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, su remplazo sería el médico y exalcalde de Cali, Jorge Iván Ospina. Tiene un alto perfil para acceder al cargo y está imputado por la fiscalía y así es como le gusta al nominador.

Ospina estuvo casi ocho años en la dirección del hospital universitario del Valle y su gestión tuvo un alto reconocimiento y le sirvió para que fuera elegido alcalde de Cali con un presupuesto bajo de su campaña y mínimos respaldos políticos.

También trabajó en el hospital Carlos Holmes Trujillo y fue secretario de salud municipal. Hoja de vida tiene. Como también unas inmensas manchas en su pasado que con el solo anuncio de su nombramiento el país volvería a horrorizarse.