
El presidente Gustavo Petro Urrego resaltó este lunes el papel crucial que están desempeñando los Equipos Básicos de Salud (EBS) en la lucha contra el brote de fiebre amarilla que afecta al país, calificando su labor como una verdadera batalla por la vida en los territorios. El mandatario subrayó que estos equipos han sido fundamentales en la implementación de la política de prevención impulsada por su Gobierno.
En un mensaje dirigido a la nación para informar sobre el plan gubernamental para enfrentar la fiebre amarilla, el presidente aseveró que los EBS han tomado «el toro por los cachos» en departamentos como el Tolima, donde se originó el problema, logrando salvar vidas.
“Los Equipos Básicos de Salud son quienes prácticamente, en el caso del Tolima, donde comenzó la problemática, han tomado la iniciativa, han salido a dar la batalla por la vida. Se trata de comités, de comisiones conformadas por cinco u ocho personas en las zonas rurales”, detalló el jefe de Estado.
Destacó que estos equipos, integrados por personal médico, enfermeras, promotores de salud y psicólogos, están llegando directamente a las viviendas en las zonas rurales para atender a las poblaciones más vulnerables.
“No están discriminando si la persona tiene o no carné de la EPS, o si ya está enferma o no, sino que evalúan su situación de salud de manera integral. Toman los signos vitales, analizan las condiciones ambientales que rodean el hogar y los posibles riesgos en la alimentación”, recalcó el presidente.
Explicó que muchos casos de enfermedades como la diabetes podrían haberse evitado mediante la detección temprana a través de la prevención, señalando las «malas costumbres alimenticias, producto de una educación deficiente».
La prevención como prioridad, no como negocio.
En este contexto, el presidente se refirió a la Reforma a la Salud, aún pendiente de aprobación en el Congreso de la República, la cual considera esencial para la expansión a 15.000 Equipos Básicos de Salud, con el fin de cubrir a la población vulnerable y salvar vidas en las regiones más apartadas del país.
“El Congreso de Colombia no ha querido aprobar esta ley por una razón fundamental que deseo explicitar aquí: porque el sistema de salud actual de Colombia se basa en el lucro. La prevención no es un negocio, y precisamente por no serlo, durante décadas el gobierno comenzó a desmantelar la prevención en Colombia”, sostuvo el presidente.
Agregó que, como consecuencia de esta situación, “muchos adultos mayores están falleciendo hoy a causa de la fiebre amarilla. No fueron vacunados. Por eso hoy nos vemos obligados a vacunar, porque esa medida debió haberse implementado desde el nacimiento”.
En este sentido, el mandatario alertó que millones de colombianos no están inmunizados contra la fiebre amarilla y, por lo tanto, “son vulnerables en un 50 % a morir si son picados por un mosquito transmisor”.
Finalmente, el jefe de Estado resaltó que la política de prevención implementada en el Tolima ha permitido que, hasta el momento, 230.000 personas estén vacunadas contra la fiebre amarilla en ese departamento.