Cuando se habla del suicido, se habla directamente del acto por el cual una persona decide acabar por su propia vida. Este evento, cobra al menos un millón de casos al año en todo el mundo.
En Colombia, los datos de medicina legal nos indican 857 casos hasta el mes de abril del presente año y en Santiago de Cali el panorama indica 691 intentos de suicidio con 56 casos fatales; principalmente en edades comprendidas entre los 20 y 39 años según las estadísticas manejadas por el equipo de vigilancia epidemiológica de Salud Pública Municipal de la Secretaría de Salud de Cali.
La Secretaria de Salud Pública de Cali, por medio del programa ‘Tejiendo sueños’, realiza de manera continua visitas a los diferentes sectores de la ciudad, entre instituciones educativas y comunidad en general, con el objetivo de tratar las problemáticas de salud mental de manera integral, entendiendo que el suicidio no es causado por un solo fenómeno, sino que es resultado de una combinación de distintos factores psicosociales que afecta la salud mental de las personas.
Para abordar el tema del intento de suicidio, es importante saber que no es un tema sencillo en su abordaje, dado que para cada caso que se genere tiene su propia complejidad, lo cual lleva en ocasiones a pasar desapercibido por el contexto donde se desempeñe la persona, al punto que cuando pasa al acto es donde las personas del entorno se preguntan muchas veces ¿Qué pasó? ¿Qué sucedió si se veía tan bien?
Por eso es importante saber que existen maneras de abordar el tema del suicidio, así como también posibilidades en las que ese abordaje puede ser inadecuado. Señalar culpables o reforzar teorías o estigmas son fallas comunes cuando se intenta hablar sobre este complejo caso de salud mental, donde en la falta de comunicación para poder expresar los sentimientos o preocupaciones de la persona afectada, sumada a la falta de orientación del tema por parte de un profesional, puede ser incluso más peligroso y desencadenar en resultados no deseados.
Señales y abordajes
Es importante tener presente que el post pandemia ha sacado a relucir las afectaciones en salud mental, en donde los factores emocionales como pérdida del ingreso económico, duelos por pérdidas familiares, casos de acoso escolar, confinamientos y las secuelas post Covid han generado más casos de ansiedad y depresión.
Por esto, es importante poder facilitar espacios de escucha, sobre todo en las familias e instituciones, que generen confianza para hablar abiertamente del tema de la depresión, sentimientos, preocupaciones o estados de ánimo.
Si bien es importante el hablar abiertamente del tema de la depresión, sentimientos, preocupaciones o estados de ánimo, también es necesario poder hablar abiertamente del suicidio, lo cual, muy contrario a lo que se dice, hablarlo no es incitar a que ello ocurra.
Las personas pueden manifestar o no su idea de suicidio, por eso ante la depresión, ante un evento importante que denote tristeza o preocupación, se deben tener presente algunas alertas:
- Las personas afectadas reflejan una tristeza constante, desesperanza, desapego a la vida. Niveles altos de preocupación.
- Cambios de comportamiento, aislamiento, alteración en patrones de sueño y en la alimentación.
- Realización de rituales de despedida. Entrega o elaboración de cartas o acciones que denoten que está dejando las cosas “en orden”.
- La persona manifiesta deseos de morirse o de hacerse daño. El 90% de las personas que tiene intención de suicidio, lo manifiestan por algún medio.
Es importante tener presente que en la medida que se puedan identificar oportunamente este tipo de acciones o de comportamientos en niños, jóvenes y adultos, se tiene la posibilidad de dar un acompañamiento oportuno, donde la mejor opción es buscar ayuda de un profesional y poder derivar a otras instituciones y así prevenir casos fatales.
La ayuda oportuna de un profesional
“Los problemas sociales, familiares, institucionales, laborales o escolares se van juntando progresivamente y van generando una situación que, en algún momento, no se pueden manejar. Y hay que decirlo: desafortunadamente la salida del suicidio y las autolesiones se ofrece como una mucho más fácil que la complejidad de resolver un problema”, argumenta José Malaver, asesor en salud mental de la Secretaría.
Para el correcto manejo de los casos de salud mental, lo ideal siempre será recurrir a los profesionales, “Todos los seres humanos tenemos que partir del hecho de que estamos en capacidad de soportar niveles de dolor físico y emocional, en la medida en que este dolor -ya sea físico o emocional- sobrepasa nuestra capacidad de tolerancia, necesitamos ayuda. Los psiquiatras aparecemos cuando el dolor emocional lleva a la afectación en la vida diaria y nos dificulta el seguir adelante», dice el psiquiatra Rafael Montagut,.
Un abordaje a tiempo puede ser fundamental para salvar una vida. Cuando una persona está afectada emocionalmente, esa afectación puede ser tan severa, que el afectado no ve ninguna opción para seguir viviendo, por eso, los profesionales en salud mental tienen las herramientas para lograr trabajar y bajar el sufrimiento emocional de esa persona y así permitirle ver las opciones reales con las que se cuentan y poder orientar a que la opción siempre sea conservar la vida.