Primero nunca me subí en el bus de los que decían “Perú es Colombia”, cuando en realidad deberían era tener pena por no haber clasificado ni al repechaje; Perú era Perú, el mismo que estuvo ante Australia tan pálido como su propio director técnico, Gareca, que esta vez no fue un “Tigre”, sino un hamster a manos de un canguro.

La Selección Perú y su cuerpo técnico fue un equipo sin ambiciones, sin convicciones y hasta amarrete, pichicato y distante de miles de peruanos que viajaron hasta la lejano Catar para alentarles en ese bello y moderno estadio en Doha. Ellos no pararon de saltar y gritar en las tribunas, mientras que su Selección apenas sí amagaba con correr.

Fueron 120 minutos y un poco más de Australia tratando de imponer su sistema defensivo y un Perú que apenas vino a reaccionar cuando los calambres aparecían más que el buen fútbol. En los 90 minutos los peruanos no hicieron un solo tiro a portería, en los 15 finales un cabezazo pegó en el palo derecho y pare de contar.

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Mientras tanto en la transmisión de Win Sports, Carlos Antonio Vélez y demás encargados de la transmisión se encargaban de buscar explicaciones a lo obvio: Gareca y sus dirigidos llegaron a Doha pensando que Australia era pera en dulce o un canguro amarrado sin poder saltar.

Por mucho tiempo recordarán “El baile del tieso” que hizo Redmaine, a quien su DT lo metió faltando tres minutos de los últimos 15 solo con el propósito que les diera una manito en los lanzamientos desde el punto penal, a donde se esforzaron por llevar el partido y a fe que lo lograron.

A mí me parece exótico eso del “Baile del tieso”, pues un arquero posicionado tiene mayor concentración, pero esta vez les dio resultado y seguramente el manso Gareca y sus pichicatos dirigidos tendrán hasta pesadillas con ese baile.

En resumidas cuentas: “Perú era Colombia”, “El tigre” no es como lo pintan, Australia no era tan débil como creyeron los peruanos y estos estuvieron muy por debajo de su hinchada.