Desde mi Cali querida, donde el trinar de las aves es una melodía cotidiana, celebro con profunda alegría el lanzamiento de una estrategia que nos llena de orgullo: la Declaratoria «Ciudades de las Aves». Como un legado vivo de la COP16, nuestro Valle del Cauca se convierte en pionero con la creación de esta estrategia y la conformación de la Red de Ciudades de las Aves del departamento. Nuestro objetivo primordial es tejer acciones concretas para proteger a nuestras valiosas aves y los hogares naturales que habitan.
Como bien lo anunció Nalsy Vidales, nuestra subsecretaria de Proyectos en Desarrollo Sostenible, el Valle del Cauca inicia un proceso de certificación único, involucrando a 12 municipios de nuestro territorio. A cada uno de ellos les brindaremos un acompañamiento integral a través de formación especializada, capacitación continua, asistencia técnica dedicada y, por supuesto, al alcanzar su merecida certificación como «Ciudad de las Aves», tendrán un lugar destacado durante la semana de la biodiversidad. ¡Una vitrina inigualable para mostrar nuestro compromiso con la vida silvestre!
Pero nuestras acciones no se limitan a la educación ambiental. Paralelamente, estamos desplegando esfuerzos significativos para mitigar los efectos del cambio climático, una amenaza que impacta directamente los ecosistemas de nuestras aves. La Gobernación del Valle del Cauca está trabajando de la mano con organizaciones de prestigio internacional como Environment for the Americas y American Bird Conservancy. Juntos, buscamos evidenciar el profundo compromiso de nuestra región con la conservación de la avifauna, que nos ha posicionado como líderes a nivel nacional. Lo hacemos a través de la protección de nuestros diversos ecosistemas, el trabajo coordinado de todos los actores involucrados, el apoyo directo a nuestras comunidades locales y el fomento de una participación ciudadana activa y consciente.
Es importante destacar que esta estrategia visionaria se fundamenta en las acciones establecidas por la Ordenanza 517 de 2019, que adoptó el Plan Departamental de Protección y Conservación de las Aves y sus ecosistemas. Hoy, ese plan cobra aún más fuerza con esta iniciativa que nos invita a todos a ser guardianes de la riqueza alada que embellece nuestros cielos vallecaucanos. ¡El Valle se convierte en un santuario para las aves, y juntos, aseguraremos que su canto siga resonando por generaciones!