Cerca de 800 personas de la comunidad Emberá, que habían estado asentadas en el Parque Nacional en Bogotá durante más de un año, comenzaron su retorno al Resguardo del Alto Andágueda, ubicado entre los departamentos de Chocó y Risaralda. Este proceso fue liderado por la Unidad para las Víctimas y el Ministerio del Interior, junto con otras entidades nacionales, y se completó exitosamente.

La directora de la Unidad para las Víctimas, Lilia Solano, destacó este evento como un hito significativo en el compromiso del Gobierno con los derechos y la dignidad de las comunidades indígenas. En total, alrededor de 270 hogares regresaron a sus territorios ancestrales, mientras que más de 60 hogares fueron reubicados temporalmente en albergues en el sur de Bogotá, con la asistencia del Distrito.

El retorno incluyó el traslado de bienes de la comunidad Emberá en nueve camiones, mientras que el resto de la población, compuesta principalmente por niñas, niños, adolescentes y mujeres, viajó en 20 buses hacia su destino final.

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En Bogotá, los albergues temporales, seleccionados con criterios de dignidad, albergarán a las familias por un período estimado de dos meses mientras se define su destino definitivo. En total, 41 personas ya han sido acogidas en el albergue Fundines en Ciudad Jardín.

Solano subrayó el esfuerzo articulado entre diversas entidades del gobierno para asegurar un retorno y reubicación en condiciones adecuadas y aseguró que el Gobierno del Cambio seguirá trabajando para garantizar la sostenibilidad del retorno y la reparación integral de las comunidades afectadas por el conflicto armado. Además, cinco hogares han optado por integrarse permanentemente en Bogotá como parte de un proceso de integración local.