En Colombia, las festividades de fin de año están empañadas por la triste realidad de quemados a causa de la pólvora, una tradición persistente que ha demostrado ser peligrosa, especialmente para los niños.
Los tipos de pólvora más implicados en las quemaduras incluyen las luces de Bengala (conocidas como Chispitas Mariposa), los totes, los voladores y los juegos pirotécnicos.
Las quemaduras pueden variar en gravedad, desde leves, que pueden tratarse con primeros auxilios en casa, hasta graves, que requieren atención médica inmediata y pueden dejar secuelas permanentes como pérdida de piel y discapacidades.
El Instituto Nacional de Salud (INS) emite su informe anual sobre las cifras de quemados con pólvora, instando a la población a celebrar de manera responsable y evitar el uso de estos elementos.
En el último informe del INS, emitido el 10 de diciembre de 2023, se destaca un preocupante aumento del 5.1% en comparación con el mismo periodo del año anterior, elevándose de 268 a 290 casos. Aunque no hay un aumento en las cifras de fallecidos, que se mantienen en dos personas, preocupa especialmente que 100 de los afectados sean menores de edad, con seis de ellos acompañados por adultos bajo los efectos del alcohol. Además, se informa que 190 casos corresponden a adultos, de los cuales 65 estaban en estado de embriaguez al momento de la ocurrencia.
Las regiones más afectadas son Antioquia, Bogotá, Valle del Cauca, Cauca, Cundinamarca, Magdalena, Boyacá, Caldas, Atlántico, Nariño, Tolima, Norte de Santander, Barranquilla y Cali, entre otras.