De la danza clásica y sus movimientos sutiles se han enamorado 15 niñas caleñas de la comuna 18, en la zona de ladera de la ciudad, que hacen parte del semillero artístico ‘Crisálidas y Orugas’, que lidera Sara Gallego de la Red de Monitores Culturales del Valle.
“Hacemos ballet y danza folclórica, también los fusionamos y es espectacular ver la exploración de las niñas en estos dos géneros de la danza”, comentó la instructora, que trabaja con las pequeñas entre los 4 y los 7 años.
El proceso de aprender del arte del ballet lo ha disfrutado Gabriela Ibarra, quien a sus 5 años fortalece sus capacidades artísticas. “Me gusta hacer mis clases de ballet, me emociona y me hace sentir libre”, cuenta.
El agradecimiento por habilitar estos espacios lo esconde Ana Isabela Uyabán con una sonrisa. “Me gusta mucho el ballet porque me gusta bailar, cantar, girar, subir la pierna, y saltar y bailar”, anotó la pequeña beneficiaria de la Red de Monitores.
Y es que el ballet o la danza clásica no es solo para grandes escenarios o a nivel internacional, por eso la apuesta de la Red de Monitores por formar futuras bailarinas a través de estos espacios que se ofrecen de forma gratuita a la comunidad.
“Ha sido un proceso lleno de alegrías para mí, poder ver a los chiquitos, poder interpretar la forma en la que lo están haciendo. Mi proceso con la Red de Monitores Culturales ha sido muy enriquecedor como maestra ya que, al impactar a estos niños, se crea esa ilusión, esa felicidad de verlos avanzar y evolucionar en su desarrollo como artistas”, concluyó la instructora de la Red, Sara Gallego.