Los desafíos de la convivencia en los países de América Latina y el Caribe y cómo se puede trabajar para garantizar condiciones de vivienda apropiadas para las comunidades fueron los temas en los que se centró el panel internacional del Foro de Alianzas para el Hábitat Capítulo Valle del Cauca, realizado este viernes en la Universidad de San Buenaventura.

Este foro hace parte de la ruta hacia la Cumbre Internacional del Hábitat de América Latina y el Caribe (CIHALC) que tendrá lugar en Guadalajara, México, en agosto de 2023.

Óscar Fernando Marmolejo, jefe de la Oficina de Relaciones y Cooperación de la Alcaldía de Cali, moderó el panel internacional. Entre sus conclusiones de la jornada están la necesidad de construir la gobernanza desde los territorios, de manera incluyente y con equidad, y que es necesario trabajar desde los barrios para cumplir con las metas trazadas en los Planes de Desarrollo, así como con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles y la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.

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Entre los participantes del conversatorio se encontraban Paola Siclari, vicepresidenta del Consejo General de CIHALC Chile; Myriam Heredia, consejera de CIHALC en Argentina; Franz Vanderschueren, director del Centro de Seguridad Urbana de la Universidad Alberto Hurtado en Chile; Magdalena García, representante de la Red de Mujeres de CIHALC; y Alfonso Iracheta, consejero de CIHALC México.

Según expresó Paola Siclari durante el panel, la Cumbre Internacional del Hábitat de América Latina y el Caribe «se está construyendo como una plataforma que nos va a permitir intercambiar, formarnos e ir avanzando de manera conjunta en un desarrollo urbano y de vivienda mucho más sostenible y justo».

Respecto a las falencias en el desarrollo de las ciudades en Latinoamérica, Myriam Heredia expresó que se debe trabajar para «achicar las brechas y capacitar a la gente para poder insertarse laboralmente en una sociedad mucho más sana, con más participación, con una sustentabilidad no solamente ambiental sino social, económica y fundamentalmente cultural con perspectiva de género».

Mientras que Alfonso Iracheta consideró que es necesario «regresar al barrio, entenderlo como espacio de construcción de ciudadanía; es donde está el entorno directo de la vivienda y donde podemos resolver lo que necesitamos para reducir la inseguridad, para generar empatía y ser mejores ciudadanos».

Finalmente y respecto a la seguridad en las ciudades, Franz Venderschueren consideró que «es fundamental un abordaje local, porque a nivel del barrio se sitúa la caja negra de la criminalidad».