Cortesía: Agencia EFE

Bogotá, Colombia 14 jun (EFE).- Cuando era niña, a Francia Márquez nadie le dijo que podía ser vicepresidenta, era impensable que una mujer como ella, afroamericana y de una zona tan golpeada por el conflicto armado como es el Cauca, pudiera siquiera estudiar, y mucho menos gobernar. Pero puede que este domingo lo consiga, bajo la promesa de luchar por una Colombia en la que por fin se viva «sabroso».

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