El plan ‘Cali Sostenible’, presentado por el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma) durante la COP16, busca transformar la gestión de residuos de la ciudad y avanzar hacia una Cali sostenible para 2050. En esta estrategia, la incorporación de residuos en cadenas de economía circular y la generación de bienestar para más de 3,000 familias que dependen del reciclaje son prioridades clave.
El Dagma, a través de su Grupo de Gestión Integral de Residuos Sólidos, inició un proceso de capacitación con los representantes de las organizaciones de recicladores de oficio.
El objetivo es ampliar su portafolio de servicios y convertirlos en Gestores de Aceite Usado de Cocina, una iniciativa que responde a la necesidad de gestionar adecuadamente este residuo que, cuando no es tratado, afecta los sistemas de drenaje y cuerpos de agua de la ciudad, poniendo en riesgo la biodiversidad y la salud humana.
Según Sara Mercedes Rodas Soto, subdirectora de Calidad Ambiental del Dagma, este paso contribuye de manera significativa a la recuperación ambiental de Cali, reduciendo el impacto negativo de los desechos.
Diana Palta, líder del Grupo de Gestión Integral de Residuos Sólidos, explicó que la capacitación busca empoderar a los recicladores con conocimientos sobre las mejores prácticas para la recolección, transporte y manejo del aceite usado, de manera que pueda ser reincorporado a la cadena productiva por empresas especializadas, generando un impacto económico y ambiental positivo.
Este proceso también fortalece la formalización de las organizaciones de recicladores de oficio y promueve su visibilidad como Gestores de Aprovechamiento. El Dagma busca que la ciudadanía reconozca su labor y la importancia del reciclaje en la protección del ambiente.
Los objetivos de la capacitación incluyen:
- Formación integral: brindar conocimientos sobre la recolección y reciclaje seguro y eficaz del aceite usado.
- Conciencia ambiental: fomentar la responsabilidad ambiental en la comunidad.
- Impulso a la economía circular: integrar a los recicladores en un modelo que cierre el ciclo de vida del aceite, generando beneficios económicos y ambientales.
El proyecto contribuye a la sostenibilidad y la economía local, mientras protege el medio ambiente al reducir el riesgo de obstrucciones en los sistemas de drenaje y preservar las fuentes hídricas.