Por: JUAN SEBASTIÁN CHAVES
Hace unas días el gremio de los taxistas presentó un comunicado a la opinión pública, este informó las razones de la marcha como también el lugar de la concentración, pero el tema a tratar no es este, si no el rifirrafe que existe entre el gremio de taxis y las plataformas digitales, dicho acontecimiento ha dado mucho de qué hablar y opinar.
Recuerdo que hace unos años, tomar un taxi era sinónimo de estatus, ¡oh llegaste en taxi! Era la expresión que se daba en el momento, bueno desde mi punto de vista, en mi familia no frecuentábamos tomar este tipo de transporte para ir del punto A al B, generalmente era el bus, latas andantes que le traqueaba todo al solo frenar, más bien tomábamos el taxi cuando era necesario y de suma urgencia.
Para nadie es un secreto que para este periodista que escribe con puño y letra e investiga las cuestiones sociales, tenía problemas de salud cuando era niño, mis padres siempre fueron muy atentos a mi salud, cuando se presentaba una urgencia mi madre llamaba por teléfono a los taxis número 4, dicha empresa sabía de mi historial clínico y estos enviaban inmediatamente un taxi, en algunas ocasiones sacaban pañoleta roja, sinónimo de urgencia, hasta llegaban a quemar el pito por pedir paso y llegar rápido, algunos ayudaban sin recibir nada a cambio, se marchaban de la nada prestando un BUEN SERVICIO.
Servicio que se ha ido perdiendo con tiempo con frases célebres como: ¡ uff papito para allá no voy! ¡si no le gusta, pues no se monte! Entre muchas colombiandas, la gente es la píldora que puede sanar el problema, sin embargo, los consumidores están tan decididos en tomar el servicio de las plataformas digitales por el BUEN SERVICIO y trato que da el conductor a sus pasajeros, ahora tampoco se puede pintar de color rosa las plataformas, se ha conocido casos de acoso sexual y violencia de dichos conductores hacia sus acompañantes.
Entonces cuál es la posible solución, como lo fue hace unos años con la famosa guerra del centavo que perjudicó a Bogotá en la década de los 80 la decisión y solución fue aprobar otro tipo de plataformas de servicio como lo fue los trolis, buses modernos eléctricos, que trabajaban con fuentes y postes eléctricos, muy amigables con el medio ambiente, sin embargo este acabó de la nada pues la gente perdió su interés por este medio de transporte, además, las empresas de buses tomaron la decisión de prestar un mejor servicio, ampliando las rutas y mejorando los buses por unos más modernos, poco a poco se fue el interés del consumidor por este medio de transporte, acabando al troli.
Entonces la solución está en prestar un mejor servicio, actualizar las plataformas de taxis a una era tecnológica y más competitiva, iniciar una campaña educativa para los conductores y así cambiar esa perspectiva que tiene el pasajero hacia este tipo de transporte, de aprobar o no las plataformas digitales como un medio de transporte, eso dejémoselos al consumidor, pues así sea legal o no, él tiene la última palabra en usarlo.