El presidente estadounidense, Joe Biden, en una fotografía de archivo. EFE/ Jacquelyn Martin/Pool

Este viernes, el presidente Joe Biden anunció una moratoria en la construcción de nuevas terminales de exportación de gas natural licuado (GNL), considerando la crisis climática como una «amenaza existencial». Esta decisión impacta a una industria en pleno crecimiento. El mandatario, comprometido con la transición hacia energías limpias, afirmó que esta pausa en las autorizaciones para terminales de exportación de GNL es una respuesta adecuada a la urgencia de la crisis climática.

Este anuncio se produce en medio de la campaña electoral en Estados Unidos, marcando un nuevo enfrentamiento entre Biden, impulsor de un masivo plan de financiamiento para la transición energética en 2022, y Donald Trump, quien cuestiona la realidad del cambio climático a pesar del consenso científico.

Biden destacó la negación de la urgencia de la crisis climática por parte de los republicanos MAGA (Make America Great Again), calificándola como una condena al pueblo estadounidense a un futuro peligroso. Aseguró que su gobierno no se mantendrá pasivo y se negará a ceder a intereses particulares.

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Estados Unidos, impulsado por la producción de gas de esquisto, es el principal exportador mundial de GNL según datos de la organización Cedigaz para el primer semestre de 2023. Actualmente, siete terminales de exportación de GNL están en funcionamiento en el país, aportando volúmenes significativos al mercado, según la agencia estadounidense de información sobre energía (EIA).