Gardeazabal

Por: Gustavo Alvarez Gardeazabal

Cuando la Procuradora le solicitó a la Corte Constitucional que se declarara inexequible el decreto por el cual el presidente Petro y su gobierno dictaron la emergencia en La Guajira, el edificio presuntuoso de saltarse la ley comenzó a derrumbarse.

Por supuesto los calanchines que administran exclusivamente el aparataje que rodea al presidente no entendieron la advertencia. Para la Procuraduría el gobierno estaba en mora de acatar las ordenes de la propia Corte Constitucional sobre como afrontar la problemática desde 2017 y que ya había sido reglamentada, pero no aplicada desde los Conpes de tres años seguidos.

Anuncio

Tampoco se mosquearon los calanchines de poco nivel jurídico y político que rodean al presidente cuando el Defensor del Pueblo acudió el 11 de agosto a la Corte y dijo que si bien el fenómeno del Niño agrava la situación climática en La Guajira, este problema es permanente y crónico y lo sufre el pueblo wayú por la negligencia estatal y la falta de planeación que permita la sostenibilidad. La vanidad y soberbia que rodea al gobernante les impidió ver los resultados de la improvisación populista que montaron en La Guajira para lucirse.

La Corte Constitucional si oyó y entendió esas voces y ha frenado de un tajo la manera de querer saltarse la ley que caracteriza muchos actos del actual gobierno. Lo mismo puede pasar con las pretendidas reformas. Redactadas, como lo hacía la Corcho, por venganza .O, en desorden y sin previsión como la laboral ,montada para revivir la agonizante fuerza del otrora poderoso sindicalismo colombiano.

Tal vez le ha llegado la hora al gobernante de viajar menos a conseguir una esquiva imagen de líder mundial de la izquierda y ponerse a administrar el país como es debido, con sensatez y sapiencia .La improvisación y la ignorancia no son disculpas para equivocarse.