Gardeazabal

Por: Gustavo Alvarez Gardeazabal

Cuando lo leí, creía que estaba viviendo las primeras consecuencias de la Inteligencia Artificial y el futuro nos había alcanzado.

Los Estados Unidos han informado que ya no monitorean activamente los cultivos ilícitos de coca en Colombia. Según lo cuenta Sergio Gómez Maseri, el corresponsal de El Tiempo en Washington, el programa que les permitía medir la extensión de tierras sembradas de mata de coca fue suspendido hace meses y, en consecuencia, este año, por primera vez en décadas ya no se publicará el tradicional reporte anual del monitoreo.

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Las razones para que los gringos hayan tomado esa determinación no se conocerán oficialmente pero resulta evidente que la prioridad de su moralismo cambió de ruta porque la cocaína ha ido pasando vertiginosamente de moda y ha sido reemplazada por el fentanilo, que dicen ha matado a más de 100 mil personas en el 2022.

En Colombia, y en algunas crónicas mías anteriores había tratado el fenómeno del desmoronamiento económico de grandes zonas del país que sufrían las consecuencias de ver perderse sus cultivos de mata de coca por el bajón radical del precio de compra.

Pero quizás como fueron los Estados Unidos con su falso puritanismo los que nos llevaron a esta economía de la coca y a todas sus guerras, el que ellos hayan registrado una determinación oficial a ese respecto, nos hace sentir como si nos hubiese atropellado el futuro.

Las consecuencias van a ser radicales en la economía colombiana. El que las cifras reales del negocio fueran siempre subterráneas y no figuraban en los balances oficiales del Banco de la República ,volvieron irreal el flujo del consumo de los hogares porque estaba camuflado por el chorro de plata que entraba por esa vía no contabilizada.

Hemos vuelto entonces a donde estábamos, con el agravante que ya los palos de aguacate los están tumbando porque el negocio resultó chimbo y los cafetales quedaron en manos de los abuelos.