Gardeazabal

Por: Gustavo Alvarez Gardeazabal

Petro dijo el pasado viernes en Sevilla que cuando eligieron a Germán Bahamón como gerente de la Federación Nacional de Cafeteros le metieron a él, presidente de la república, “los dedos en la boca”. Razones no le faltan.

Algunas de ellas las comenté aquí o en mi cuenta de twitter porque eran demasiado protuberantes, pero quizás la más evidente fue la de desconocer el twitter que un día antes de su elección envió al Congreso Cafetero solicitándoles que aplazaran la decisión de elegir gerente de la Federación hasta que se posesionaran los nuevos ministros de Hacienda y Agricultura, que hacen parte por ley del Comité Nacional de Cafeteros.

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Los cafeteros defendiendo un criterio feudal antiquísimo de que son independientes, han insistido en que son un gremio privado, negando las responsabilidades fiscales inherentes porque la Federación administra y gasta, y se sostiene, del Fondo Nacional del Café, un impuesto parafiscal propiedad de la nación. Pero independiente de eso y con todo respeto del presidente Petro, creo que le metieron más que los dedos en la boca.

Y lo digo porque el señor Bahamón no informó al Comité que hacía la preselección que tiene pendientes 5 procesos fiscales en la Contraloría de Bogotá por casi 5 mil millones de pesos y que, por uno de ellos, se ordenó un embargo sobre apartamento en el edificio Torremolinos en Neiva, que a la fecha de su elección seguía vigente.

Por supuesto, Bahamón no ha sido condenado, pero no informó de esos detalles con la misma frescura conque pretendió desbaratar su vinculación con la empresa manufacturera de Café, Agroprincipado, certificada por Cámara de Comercio de Neiva, presentando una constancia de un contador de que allí no se presentaron ingresos que lo inhabilitaran para ser elegido gerente.

Quizás, como lo dijo el exalcalde de Pereira, Alvaro Ramírez González en su columna, el lio en que están metidos los cafeteros con el presidente Petro solo se soluciona con la renuncia de Bahamón.