Por: Gustavo Alvarez Gardeazabal
Hace unas semanas elevé mi enérgica protesta por el miserable asesinato conque las fuerzas del orden dispararon a los dos chimpancés del parque zoológico Urkumarí de Pereira. Aparentemente nadie se disgustó en esa ciudad porque les calificara de pereirutos al tolerar semejante atropello. Los dias han pasado y la Fiscalía acaba de descubrirnos que el vil asesinato de Chita y Pancho el 23 de julio hace parte de la campaña electoral en que están inmersos los pereiranos para elegir alcalde.
La polarización a que han llegado los partidarios de Maicol Lopera y Mauricio Salazar fue no solo el combustible que propició semejante abuso sino que ha servido para destapar la bellaquería conque unos y otros quieren usar el fusilamiento de los chimpancés para resultar elegidos. El parque donde estaban los animales es responsabilidad de la alcaldía, quien con el senador Gallo respaldan a Maicol Lopera.
Su rival, al día siguiente del crimen, salió a llorar públicamente y a acusar que todo fue un descuido de los empleados de la alcaldía que estaban ese día ocupados en un fiestón político de Maicol. El senador Gallo arremetió contra la acusación insinuando que había sido un acto doloso.
Ahora la Fiscalía ha develado pruebas que indican que se pudo tratar de un sabotaje con fines políticos, aunque todavía no se sabe quién ordenó fusilarlos.
En tales condiciones, hoy por hoy, cada vez quedan menos pereiranos que vayan a votar por Maicol o por Salazar y, ni corta ni perezosa la tercera candidata, Martha Alzate ,una ingeniera que fue directora de Planeación en la siempre alabada alcaldía de Juan Manuel Arango, ha surgido como una tromba y parecería que en el mes que falta conseguirá que los candidatos de los chimpancés solo tengan los votos de los pereirutos y ella, como los caballos de carrera, gane de atropellada en la recta final. Sería la venganza de los chimpancés.