Por: Gustavo Alvarez Gardeazabal
Estábamos equivocados quienes creíamos y afirmábamos que Petro es un mal administrador y que como presidente está repitiendo los mismos errores que tuvo en el manejo de la alcaldía de Bogotá.
No, El problema de Petro es que busca el desorden con frenesí. De esa manía saben muy bien los padres de familia, cuando los muchachos incorregibles en su desorden llegan a viejos y ni siquiera una agenda supieron llevar.
Petro es promotor del desorden. Miren los proyectos de decreto mediante los cuales incitan a la expropiación expres de tierras y a las movilizaciones campesinas para defender una reforma agraria que ni siquiera ha presentado.
Quiere el desorden en el campo. Quiere que la producción se acabe de traspapelar más como si los campesinos, y los propietarios de tierra, no hubiesen vivido en los últimos años el flagelo de las guerrillas y los paramilitares. Petro quiere es más desorden.
Por eso mismo la Fundación para la Libertad de Prensa, la FLIP, lo cuestionó internacionalmente por la estrategia coordinada de desprestigio para matonear por redes a medios y periodistas. Quiere desbaratar la realidad frenando a quienes se atreven a criticarlo y ejercen de columnistas.
Petro pretendió imponer las reformas ( que el país necesita sin duda alguna) pero armando el desorden, generando la reacción de las EPS que se sintieron ahorcadas, sembrando la inseguridad en los pacientes o desequilibrando a sindicalistas y patronos con la reforma laboral.
En toda parte quiere sembrar el desorden .Por eso llega tarde a los compromisos o no llega. Por eso mismo fue incapaz de poner orden en su Pacto Histórico y presentar candidaturas fuertes para defender en las urnas municipales y departamentales su gobierno.
Petro quiere el desorden hasta en sus propias filas. El gabinete es un hazmreir y el ejército y la policía andan embollados interpretando el desorden o permitiéndolo por obedecerle en vez de recordar que hoy, hace 50 años, tumbaron a Allende.
