Por: GUSTAVO ÁLVAREZ GARDEAZÁBAL
Por estos días nos tuvieron entretenidos sobre los tanques Leopard que los señores de la Otan deberían mandarle a Ucrania para poder librar la guerra con el desvencijado ejército soviético, que así y todo es superior.
Fue un verdadero debate político público. Alemania ,tan dependiente del gas ruso en el pasado, vaciló muchos días antes de unirse a todos los miembros de la Otan para autorizar el envío de esos tanques.
No se sabe aún si de verdad los han ido mandando o están esperando que la primavera traiga la super invasión soviética, con sus mercenarios o con sus viejos y anticuados y masivos equipos de guerra.
Pero antes de que eso suceda, las noticias europeas han constatado otra verdad, la de que Ucrania se está quedando sin munición y los fabricantes y comerciantes de armas de Occidente, empezando por USA y Alemania, no están listos para suplir las necesidades.
Por supuesto los enemigos del armamentismo mundial han descubierto lo que siempre se sospechaba, que esta guerra ucraniana solo beneficia a los países fabricantes de armamento y municiones o a los reconocidos y milmillonarios comercializadores de tales aparatos de muerte.
Hacer entonces una guerra sin tener armas convencionales suficientes es un absurdo aunque puede llevar a otro peor: que terminen usando las temidas armas nucleares y la guerrita de vanidades del payasito ucraniano sea la tercera mundial.
O, quien quita, que se vuelvan realistas tanto Biden como Putin y sus ambiciones o negocios en Ucrania los lleven a sentarse en una mesa de conversaciones y negocien la paz para evitar la hecatombe.
En cualquier caso ya esta guerra menor pasará a la historia por todo lo que destapó y por las burradas que uno y otro bando hicieron. Se contabilizan las eternas crueldades rusas a la hora de batallas que no se muestran en tv o de los interrogatorios despiadados ocultos.
No se queda atrás la estupidez gringa de propiciar la voladura de los dos gasoductos de Rusia a Alemania en inmediaciones de Suecia, pero sobre todo porque es una guerra sin municiones ni armamentos.