El MIO, a urgencias
Cali tiene un servicio de transporte público muy deficiente, anacrónico y de malísima calidad. Eso es lo que se encuentra al revisar el nivel de satisfacción del caleño normal al ser consultado sobre el MIO.
El modelo es un muerto sobre ruedas, muy mal manejado, ahora y desde antes.
El actual presidente Oscar Ortiz, no logró levantar este cadáver, no obstante la Administración del CAM, le ha respetado la cuota política a la familia Arroyave. El problema no está en la participación política, sino en que Ortiz ha sido irresoluto y por ende con nulos resultados. Su gestión deja mucho que desear, rayando en la ineptitud. Una prueba irrefutable de ello es que la reconstrucción de las estaciones, va al increíble paso de una tortuga coja.

Circunstancias
Es cierto que con el estallido social entre abril y junio del año pasado, las cosas empeoraron, pero es que antes, ni nunca han sido buenas, ni con Guerrero o Armitage. Reitero, el MIO ha sido un tremendo fiasco para la ciudad y no ha tenido timonel que lo saque a flote.
Para la muestra el botón del Terminal del MIO Sur, en Valle del Lili, que quedó como el vergonzoso elefante blanco de éste y dos alcaldes anteriores.
Vale precisar que la documentación del caso ha pasado por las manos de varios eminentes directores jurídicos, quienes no pudieron encontrar salida al laberinto judicial.
La sabiduría de María del Pilar Cano Sterling, la actual en el cargo, fue insuficiente, como también la labor de Ortiz, ausente y relajado.
Lo real es que Cali naufragó al organizar de forma eficiente su masivo.

Servicio oneroso
El MIO es costoso para la ciudad, inútil, sin puntualidad ni seriedad en los recorridos. Debemos comentar, como paréntesis, que una de sus unidades se vio involucrada en el accidente que acabó con la vida del gran Freddy Eusebio Rincón Valencia.
Ese bus verde en la Calle Quinta de Cali, frente al Parque de la Banderas embistió brutalmente la camioneta en la que iba el más grande futbolista de Colombia.
El vehículo público, en aras de la verdad, estaba correctamente en su carril y no se pasó el semáforo en rojo, como sí lo hizo el carro donde viajaba Rincón Valencia. ¿Por qué lo hizo? Las razones son múltiples; la inseguridad en la ciudad, otro gran escollo, podría ser una causa y por eso no atendió la luz de parar.
Una imprudencia producto del cansancio, la embriaguez del misterioso conductor; en fin, son muchos asuntos y que deben ser explicados a la Fiscalía.

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Epílogo del desastre
El caso Rincón, es algo fortuito, es cierto, pero que no deja de soslayar que dentro de Metrocali hay un cáncer que chupa las células buenas de su economía. Algunos entenderán de lo que estoy hablando y que puede tocar límites penales.
Lo que sí podemos decir, es que el servicio del MÍO, es un atropello a la ciudadanía que requiere de una buena prestación y hoy no sirve, por lo cual se debe estudiar a fondo para reestructurar o acabar del todo, pero algo bueno hay que hacer.
El próximo alcalde debe ponerse al frente de esto y dar la solución final para terminar este desangre de recursos públicos. ¿Hay soluciones? Sí.
Deben existir muchas, por ejemplo el regreso de los buses privados y autorizar un plan de alto calado, no imposible, con una línea de trenes sectorizados, que nos quite el infame atraso de años e indignidad de la gente. La desesperación es mucha con este lío.
Cali no puede continuar con este remedo de transporte público tan pobre y de mala calidad.
Seguir en lo mismo sería, además de una grosería, una gran necedad. En la encuesta de ‘Cali Cómo Vamos’, el tema de la movilidad aparece como uno de los grandes problemas recurrentes y de las materias reprobadas que siguen fatigando a los caleños, porque cada día empeora, en una urbe donde todo debería funcionar de manera óptima. ¡Cali cómo nos dueles!
La próxima alcaldía debe ser algo más parecido a lo perfecto. Ojo políticos. Hasta ahora no veo ni siquiera uno aceptable o digno para ocupar ese puesto.

Caicedismo en la mala
Con las quemadas de varios candidatos en las pasadas elecciones de congreso, se está gritando que ya arrancó la campaña por la alcaldía de Palmira, de uno de esos chamuscados, el hoy representante a la Cámara Juan Fernando Reyes Kuri. Éste será un seguro rival y muy fuerte contra el caicedismo palmirano; un movimiento ya entrado en franca decadencia, que no tendrá como darle pelea y volver a recuperar el poder local en la Villa de las Palmas. Palmira, como último feudo importante del partido de la U, será la pieza determinante para evitar una caída mayor del imperio que ha levantado en diez años la ex gobernadora y actual jefe de la colectividad.
De otro lado, Jamundí, la tierra del colado, tampoco se sintoniza con la U, donde el ex alcalde, que le dicen ‘Pimentiras’, no pudo conectar y se levantó una fuerza muy grande como es el Pacto Histórico, que hoy sin ser claro quién será su candidato a la alcaldía, lo más seguro es que se la ganen por su posición política y geográfica de cambio a los partidos tradicionales.

El regreso de Martínez
Buenaventura, este puerto, igualmente no será fácil para que el partido de la U vuelva a tener el poder, si sumamos a este escenario la resurrección del ex senador Juan Carlos Martínez. El Negro Martínez, será un actor determinante en este distrito para las próximas elecciones.
Guacarí sería el único bastión que le quedaría a la U, para dar la batalla y quedarse con una alcaldía de honor.
¿Será la ex contralora del Valle Leonor Abadía, la candidata? Por hoja de vida y lealtad a su jefa, sería lógico, pero el pulso que hace el gerente de AcuaValle, Jorge Enrique Sánchez Cerón, poniendo su candidato, es la apuesta más segura.
La señora Abadía es considerada hoy, como muchos expresidentes colombianos, un mueble viejo que no quieren cargar, sino dejarlo en la sala de la casa para evitar que se rompa a picotazos por las polillas.

El futuro de la U
El futuro de la U en el Valle no es claro, depende solo de la cabeza genial, que la tiene, de la ex gobernadora Dilian Francisca Toro y como ella es muy brillante para hilar delgado, logrando los acuerdos políticos, seguro tendrá su carta debajo de la manga para cuadrar los apoyos necesarios para no perder la Gobernación del Valle; porque tal como están las cosas, hoy la tiene perdida.
Es necesario resaltar que es difícil ganarle una partida a la médica. En este momento muy poquitos tienen la habilidad de ella por su análisis y milimetría en votación, que le ha funcionado a la perfección. Hay que saber jugar bien, para poder enfrentarla mano a mano en su propio terreno.
El único partido que le puede hacer la compañía como aliado es Cambio Radical, que en cabeza de un buen ingeniero, seguro tendrá como lograr ese acuerdo para ganar de nuevo el puesto en el Palacio de San Francisco.