Encuestas que manipulan

Estudiando todas las encuestas no se podría decir con exactitud quién ganará las próximas elecciones presidenciales.
Todo porque son tan diferentes los datos entregados, que en unos aparece al candidato Petro llegando al 50% y con esto, lo más seguro sería una victoria en primera vuelta con más de 9 millones de votos.
Pero en otras encuestas, lo muestran con el 34% y esto sería poco menos de 6 millones.
Son tan diferentes los números, que es imposible creer en esas encuestas tan disímiles. Y es más difícil entrar a opinar dentro de una tremenda especulación, tratando de encontrar razones lógicas a números que indudablemente han sido maquillados.
Si este país no cree en los medios de comunicación, ni en la justicia, mucho menos van a confiar en unas encuestas que tienen fama histórica de que gana el que las paga, para legitimar convenientes intereses económicos de empresarios, banqueros y capitalistas. Aquí el último en ser tenido en cuenta es el pueblo, pero es el que vota. Estas mediciones son fuertemente manipuladas. Especialmente no se le cree a la última publicada por Guarumo.

Cómo ganaría Petro
Petro podrá ganar en primera vuelta, si en los últimos 15 días saca una propuesta verdaderamente novedosa y creíble, de tal manera que los indecisos lo vean como el representante real del cambio. Ese es un buen punto para crecer, de tal forma que el segundo no lo pueda alcanzar. Ese sería un nocaut en el primer asalto; pero hace unas pocas horas retrocedió tras resurgir el fantasma de que Petro quisiera quedarse más de 4 años en el poder o hacer una constituyente para reformar el período a su favor. Eso desde luego lo desmintió el aspirante y su campaña, pero ha sido siempre una discusión cíclica.
El líder de izquierda se ha referido a lo siguiente: Que dejará unas bases en su gobierno para su proyecto de cambio y eso lo realizaría en unos 12 a 20 años, pero en cabeza de otros líderes de su misma línea. De inmediato sus opositores le atribuyeron la intención de atornillarse a la silla presidencial.

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Entre el miedo y el cambio
Para el candidato Fico lograr ese crecimiento, se daría sólo con propiciar el aumento del miedo a niveles de pánico o extremo terror social sobre su oponente. La bandera de la derecha es la perjudicial entrada del socialismo y todo lo que quiere modificar Petro.
La propuesta del hombre de la Colombia Humana y el Pacto Histórico es una y sólo una: El Cambio.
Todo gira alrededor de modificar lo hecho y que este país por donde va, no va bien.
Petro ha tenido tribuna efectiva, criticando los malos gobiernos que hemos tenido, alimentado el fuego del descontento con la corrupción, los falsos positivos, el rechazo a Uribe y la pésima gestión de Duque.
Este mismo ejercicio lo hacen todos los candidatos en oposición. ¿Cómo será el cambio? No se sabe, pero el tema del cambio es lo que la gente quiere escuchar.
La campaña de la izquierda, pierde en que no ha podido apagar el fuego del miedo y que este sentimiento se convierta en verdadero pánico.
La atenuación al susto, debe apuntar a que se quite la idea de que la gente con recursos y empresarios los saquen del país por el ‘efecto Petro’. Se necesita generar confianza con el empresario, con la clase poderosa del país y por supuesto con los votantes.

El factor Uribe
Ya decíamos que Fico Gutiérrez solo ganará, si logra transformar el miedo en pánico hacia esa posibilidad que entre a Colombia el socialismo tal como ha acontecido en Cuba, Venezuela, Perú y Chile.
Pero Fico, tiene un serio problema y es haber sido identificado como el alfil de Uribe, o el Duque 2, como le dice Petro para tratar de atormentarlo.
Fico ni se esfuerza en negar que Álvaro Uribe lo ha ungido como su ficha para jugar; y es normal que pase por alto este apoyo por ser vergonzante.
Lo que le castigan es que Uribe hoy es el ‘coco’ y su apoyo resta; hace unos años, era un dios al que le quemaban incienso y garantizaba el triunfo.
No vamos a calificar que Uribe sea malo o bueno, sino que es un político que hoy no suma, solo resta, y por eso lo tienen que sacar de la foto para tratar de lograr la victoria sin el lastre de su figura.
Uribe es como la amante que hay que esconder; todos quieren su reducido caudal de votación, pero nadie se muestra con ella o hay que citarla en lugares ocultos.

Fico sin cualidades
La única fortaleza de Fico es ser catalogado como el rival directo de Petro porque no hay más, no tiene otra cualidad o ventaja y la verdad no tiene nada extraordinario para ser presidente. Es escaso de carisma, corto en ideas, gaseoso en explicaciones y largo en las dudas que genera en caso de ganar. La gente se queda pensando: ¿Este será como Duque o mucho peor?
El mayor tema que hoy tiene el ganador, cualquiera que sea, es cómo gobernar con el que pierda, no con el candidato perdedor sino con el grupo que representan ellos. Esta es la mejor pregunta y debe ser tomada en serio, para tener este país en paz, con confianza inversionista y limitar la polarización surgida del odio a niveles mínimos.
Nadie se atrevería a meter sus activos en una casa incendiada.
Lo cierto es que ahora estamos ad portas de una guerra civil, si no se detiene rápido esta lluvia de odio y enfrentamiento ideológico.
Petro tampoco es el Superman que necesitaría el país, pero sí sería el cambio que se está esperando porque está en la otra orilla, no se sabe si será mejor o peor. Entre la baraja que hay, resulta ser el más opcionado, con más respaldo popular, con propuestas y también es muy hábil como político.

¿Posible dictadura?
Todos los presidentes sueñan con quedarse en el poder; es cuestión de ver si el pueblo lo acepta. Uribe lleva más de 20 años poniendo presidentes y esto nadie lo analiza o ha sido catalogado como una dictadura.
Fico es la ficha de una organización y seguro tendrá muchos jefes y por esa razón no tendrá criterio propio para actuar, no es un títere, es el actor de una obra que no la escribe él y solo actúa lo que le toca decir en el libreto. Es el culebrero preciso para recitar el argumento escrito por otros.

¿Qué pasará con Fajardo?
Nada. Fajardo es el único candidato que bajó de 4 millones a mucho menos de 2 millones. Todo por sus malas decisiones, las posturas a medias, la torpeza política y la retórica insulsa que esta vez no convenció y lo hizo peor que en 2018. Las ballenas lo mataron y su tibieza para los conceptos le pasaron la cuenta de cobro.
Ojo con Rodolfo, Ingrid, Luis Pérez, el Apóstol John Milton y Gómez Martínez, actuales candidatos pero a una renuncia de la contienda.
Los que dimitan hoy, igual saldrán en el tarjetón y por eso es una renuncia ‘chimba’ y estará presente el engaño al elector y solo quedarán para la historia que renunciaron.