Es lamentable ver cómo los actos vandálicos afectan directamente la prestación del servicio educativo y el derecho a la educación de los niños, niñas y adolescentes en Cali. La suspensión del servicio de energía en la sede General Santander de la Institución Educativa Oficial – IEO Politécnico Municipal, como resultado de estos daños, pone en riesgo el proceso educativo de 210 estudiantes.

El rechazo de la Secretaría de Educación hacia estos actos es totalmente justificado, y es alentador ver que están tomando medidas inmediatas para abordar la situación. La presencia del subsecretario de Planeación Sectorial, Mario Fernando Urresta Laverde, junto con un equipo técnico, muestra un compromiso real con la pronta reparación de los daños y la restauración de las condiciones adecuadas para la enseñanza y el aprendizaje.

Es esencial que se garantice que los niños, niñas y jóvenes puedan acceder a clases en un entorno seguro y funcional, con todos los servicios públicos en pleno funcionamiento. El compromiso de la Secretaría de Educación de trabajar arduamente para restablecer estas condiciones refleja una dedicación hacia el bienestar y el futuro de los estudiantes.

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Esperemos que se puedan resolver rápidamente los daños ocasionados por estos actos vandálicos, y que los estudiantes puedan regresar pronto a un entorno educativo seguro y propicio para su desarrollo académico y personal.

Es alentador ver el compromiso de la Secretaría de Educación de Cali y su equipo técnico para abordar las mejoras necesarias en la sede educativa afectada por los actos vandálicos. La colaboración activa con la comunidad es fundamental para garantizar que las acciones de mejora sean efectivas y respondan a las necesidades reales de la institución y sus estudiantes.

El hecho de que la Secretaría de Educación haya mantenido las clases para los 210 estudiantes matriculados, a pesar de los daños, demuestra un compromiso firme con el acceso a la educación y el bienestar de los estudiantes. Es importante garantizar que el ambiente educativo sea seguro y propicio para el aprendizaje, y que se tomen medidas para restaurar las condiciones adecuadas lo antes posible.

El diagnóstico de las afectaciones y la evaluación de los costos y presupuestos para realizar las mejoras necesarias son pasos importantes en el proceso de recuperación de la institución. La atención tanto a la infraestructura como a la seguridad de las instalaciones es crucial para prevenir futuros incidentes y garantizar un entorno educativo seguro y funcional.

La colaboración con la comunidad, tanto en la búsqueda de apoyo como en el compromiso conjunto para prevenir futuros actos vandálicos, es esencial para el éxito a largo plazo de estas iniciativas de mejora. Con el esfuerzo conjunto de la Secretaría de Educación, la comunidad y otros actores involucrados, se puede lograr que la institución esté en óptimas condiciones para recibir a los estudiantes y brindarles una educación de calidad.